Stella McCartney en la inauguración de su propia tienda

Stella McCartney fue el centro de atención de todas las miradas durante la inauguración oficial de su nueva boutique en Paseo de Gracia. La hijísima disfrutó junto a todos los invitados de una estupenda velada en la que se fusionaron la tradición catalana y la mentalidad inglesa más estricta de la diseñadora.

La tienda situada en Paseo de Gracia 102, se quedó algo pequeña para la ocasión. Más de 200 asistentes no quisieron perder la oportunidad de conocer en persona a la diseñadora. Entre los invitados más especiales podemos destacar a las actrices Ana de Armas y Leticia Dolera, la también diseñadora Miranda Makaroff, la presentadora Alejandra Prat o la modelo Natasha Yarovenko, quien acaparó todos los objetivos con un espectacular vestido negro de espalda escotada. Fueron varias las invitadas que aprovecharon para lucir vestidos de la firma, al igual que la diseñadora, quien llevaba un mono blanco con un espectacular estampado floral amarillo.

Stella McCartney pasó la tarde en Santa Eulalia junto a Sandra Domínguez, Luis Sans y sus clientes más especiales, visitando la espectacular boutique de Paseo de Gracia, solamente tuvo que cruzar el paseo para llegar a su propia fiesta de inauguración.

La velada, supervisada al milímetro por McCartney, tuvo detalles muy originales. En el exterior de la boutique, una furgoneta vintage de Citroën despachaba vodka helado con limón frente a la entrada. Ante la atenta mirada de centenares de curiosos que paseaban por la vía barcelonesa, un grupo de jóvenes castellers levantaron una torre humana para deleite de una emocionadísima diseñadora que no dejó de aplaudir en todo momento. Allí mismo aprovechó para responder las preguntas de los periodistas. “Me encanta Barcelona, es una ciudad increíble. Es historia, pasión y creación. Me siento afortunada de poder ocupar esta localización tan especial, en la mejor calle de la ciudad. Es, seguramente, la más apasionante ciudad de España y su cultura es riquísima. Creo que he tenido mucha suerte”, explicó Stella McCartney. La diseñadora aseguró sentirse muy orgullosa de la evolución de su firma a pesar de los malos tiempos que corren.

En el interior de la tienda, la personalidad de Stella McCartney estaba presente en cada rincón. Ella misma cuidó personalmente que no hubiera nada de carne en el catering, ya que es vegetariana desde niña. Pequeños detalles como este nos demostraron que la filosofía empresarial sostenible de la diseñadora no es hueca. No es palabrería. Los valores que aprendió de sus padres y que ella ha transmitido a sus hijos, como el vegetarianismo o el respeto por el medio ambiente y los animales, están presentes en cada uno de sus movimientos. Y hoy, los aplica estrictamente en su empresa. Para sus creaciones utiliza lana, seda, tejidos naturales o sintéticos; jamás pieles. Además, dentro de lo posible, evita los productos contaminantes. Todo esto, como es de esperar, no facilita que su ropa sea precisamente barata, pero sí que supone toda una lección y demuestra que existen alternativas sostenibles para todo.

Stella McCartney

Poco después de terminar sus estudios de diseño en la prestigiosa Saint Martins de Londres, Stella McCartney consiguió que el mismísimo Karl Lagerfeld se tuviera que tragar sus palabras en tiempo récord cuando demostró que podría ser igual de famosa que sus padres por méritos propios. Se formó en Gucci junto a Tom Ford y fue directora creativa de Chloé antes de abrir su propia firma. A partir de aquí, empezó su expansión internacional como diseñadora trabajando para Madonna o Annie Lennox, y creando colecciones para Adidas y H&M. Una de sus últimas creaciones más internacionales fue el uniforme olímpico que lucieron los deportistas del Reino Unido.

A pesar de su extensa carrera como diseñadora, Stella sigue viendo la industria de la moda como algo emocionante: “Es una aventura, una inversión pero también un desafío demostrar cómo en la industria de la moda puede trabajarse de otro modo. Es importante explorar nuevas materiales y efectos“.