Champagne Raphaël Bérêche, Un vino para siempre

La pasada semana estuve en Madrid con motivo del primer salón de champagne de vignerons y pude compartir espacio y tiempo con Raphaël Bérêche, un vigneron de Ludes en la Montagne de Reims, de treinta y pocos años con un notable prestigio, grandes ideas y mucho talento.

Desde 1847 y generación tras generación, la familia Bérêche ha trabajado en la Champagne encargándose de desvelar los significados de una tierra con una única ambición: determinar la identidad del lugar y desaparecer en el propio territorio. Raphaël se incorpora a la bodega en 2004 y desde 2007 practica la biodinámica, abre nuevos caminos y desde entonces empieza a extraer los nombres por sus viñedos situados en Ludes y Craon de Ludes, en Mareuil-le-Port en el Vallée de la Marne, y en un pequeño viñedo de Grand Cru adquirido recientemente en Mailly.

Durante la cena que compartimos habló con firme determinación de los champagnes que le gustan, de cómo cada viña te da algo distinto, de la diversidad de terruños existentes en Champagne y de la importancia del nombre. En aquel momento me acordé de Elias Canetti que decía que ‘El miedo inventa nombres para distraerse’. Cuando uno busca la perfección como Raphaël, el miedo se convierte en vértigo, aflora el miedo a equivocarse, a tomar decisiones arriesgadas, miedo a las complejidades de ser demasiado riguroso, exigente, y cómo ser coherente al mismo tiempo. Decía que los nombres vienen del lugar, porque un nombre es la línea que separa dos territorios  y es que no existe en la Champagne un vino en ‘sentido absoluto’ si renuncias al paisaje. Vinos con nombres que hablan de sí mismos, con esquemas semejantes como: Extra-Brut Reserve 1/3 Chardonnay, 1/3 Meunier, 1/3 Pinot Noir y alrededor de un 30 % de vino de reserva de las tres cosechas anteriores. Les Beaux Regards 100% Chardonnay. Ambos vinificados en depósitos inox 80% y el 20% en barricas de roble sin fermentación maloláctica. Dosage 0g/l y envejecimiento sobre lías 3 años. Brut Reserve 25 % Chardonnay, 25 % Meunier, 20 % Pinot Noir. Dosage 8g/l, envejecido sobre lías 2 años. Campania Remensis Rosé (Extra-Brut NV) 60% Pinot Noir, 30% Chardonnay, 10% Meunier, nombre este último, tomado de los romanos que significa “tierra pobre”. Vallée de la Marne, Rive Gauche 100% Meunier, vinificado en barricas de 600L. Dosage 4 g/l. Reflet d’Antan 1/3 Chardonnay, 1/3 Pinot Noir, 1/3 Meunier. Fermentado en depósitos inox y envejecido en sus lías durante 18 meses, sin maloláctica. Transferidos entonces a una solera, como los vinos de Jerez, que comenzó en 1990, almacenada en fudres 600 litros (demi-Muids). Le Cran (Extra-Brut) 50% Chardonnay, 50% Pinot Noir, vinificado en barricas de 500L, 205L, 228L. Mínimo 5 años de rima con tapón de corcho, degollado a mano. Dosage 0g/l. Desde hace poco trabaja también el concepto Crus Selectionnes vinos procedentes de lieux-dit, lugares con nombre que nos hablan de la diversidad del terroir.

Escuché de primera mano todos sus nombres y vi el misterio de quién los hacía. Las historias de estos nombres se entrecruzan, porque los vinos de Bérêche habitan el territorio, son referencias tridimensionales al paisaje y al beberlos te dejan fascinado. Entre mis nombres preferidos está ya Bérêche, un nombre que engloba muchos otros nombres, fragmentos de un mismo territorio, un nombre que condensa la esencia de lo que es un champagne, ‘un vino para siempre’.