Los mejores restaurantes exóticos de Barcelona
Un viaje con paradas en Etiopía, Corea, Bolivia, Hungría y Malasia.
De la gastronomía japonesa nos flipa el sushi, el matcha, los yakisoba y hasta el ramen, pero a veces nos olvidamos que dentro de ese universo de exóticas propuestas también figuran los dumplings y gyozas, unas empanadillas con rellenos de todo tipo, normalmente hechas a la sartén y con combustible para rato. Aquí los mejores rincones de la ciudad para consumir casi exclusivamente estos manjares.
Dip Dumpling (Ramón y Cajal, 61)
Es una de las mejores opciones para comer barato en la ciudad sin sufrir una intoxicación alimentaria. Los dumplings, de cerdo, ternera, gamba o vegetal, salen a menos de un euro la pieza. Son productos saludables que se sirven mejor acompañados de los diferentes zumos cold pressed y detox que aparecen en la carta. Otro de sus platos fuerte, y ya lejos del mundo de las empanadillas, es su ceviche. Y es que este local de Gracia es una exhibición de mestizaje en la que también caben tacos de cochinilla pibil y pasteles red velvet.
Dr. Zhang (Sepúlveda, 137)
Este local de reciente apertura es uno de esos restaurantes que está a punto de petarlo lo más grande. Sus dueños hacen constantes viajes a Asia para documentarse y traerse ideas para seguir sorprendiendo en el ámbito de las empanadillas asiáticas. Su menú de mediodía basado en los dumplings es un absoluto must: imagínate comer por cuatro perras una sopa de dumplings de cerdo con pak choi, ensalada de dumplings fritos estilo vietnamita y dumplings de verdura a la plancha. Todo rematado con postres caseros como la tarta de manzana y la de queso.
Gyoza Bar (Roger de Flor, 57)
Otro de esos paraísos terrenales en el que puedes comer bueno, bonito y barato. Gyoza Bar es cutre con avaricia y parece alérgico a las sofisticaciones, pero por menos de diez euros te puedes poner como el tenazas. Su especialidad son las gyozas de gambas al vapor, pero la oferta es tan grande que lo mejor es que cada uno pida una diferente para luego compartir. Lo mejor, sin embargo, es pedirlas a domicilio, porque la bebida y los postres encarecen el precio final y así evitas la humareda que echan con tanta plancha.
Melrose Dumpling House (Calabria, 204)
Este local tampoco es espectacular, pero tiene un encanto casero que le distingue del resto. Lejos de las típicas opciones de cerdo, ternera o gambas, el chef con estilo de cowboy que regenta él solito el local te cocina en un momento maravillas de carrillera, pulpo o cordero. El ramen de caldo casero cocinado 18 horas a fuego lento también es un must, así como las brochetas de anguila. Eso sí, vas a tener que ir hasta la barra para recoger los platos y las bebidas, pero es un pequeño esfuerzo que se compensa con estas maravillas culinarias.
Kao Dim Sum (Bisbe Sivilla, 48)
Si entras en la web de Kao Dim Sum lo primero que te encontrarás es un copy que reza “we love dim sum”. Y es que este restaurante chino, uno de los más respetados y antiguos de la ciudad, siempre ha cuidado con mimo esta parcela. La fórmula del éxito la debemos a la familia Kao, que trata estas tapas con productos de alta calidad y los elabora todos a mano. Y hasta luego te vienen a explicar cómo has de comer cada uno de ellos. Traen dumplings crujientes, hervidos y al vapor de combinaciones tan locas como langostinos, pollo y setas, foie, y langostinos , pescado y caviar de trucha. Caro pero merece la pena.
Un viaje con paradas en Etiopía, Corea, Bolivia, Hungría y Malasia.
El mercadillo celebra su quinta edición este fin de semana en los jardines del TNC.
Panàtics ha publicado una lista con las mejores panaderías de España, y hay unas cuantas en la capital catalana.
El maestro pastelero japonés inicia una nueva aventura de helados artesanales de tradición italiana e inspiración nipona.