Negocios, Barcelona, COVID: ¿y ahora, qué?
Hablamos con Casa Bonay, Santa Eulàlia, Atrápalo, Casa Seat, Glovo y Atipika sobre retos, cambios de tendencia y el estado de la cuestión en Barcelona.
En primer lugar, nos gustaría felicitarle por ser el primer alcalde de Barcelona de su partido, CiU. Ahora que ya lleva algunos meses en el cargo y en el momento de crisis que le ha tocado gobernar, ¿realmente tenemos que felicitarle o deberíamos darle el pésame?
Ser Alcalde de esta ciudad es un honor y un privilegio, pero también es una responsabilidad enorme. Es un cargo que requiere el cien por cien de uno mismo, sobre todo en un momento tan difícil como el actual, con una crisis económica tan grave. Cuando juré como Alcalde era perfectamente consciente de que tenía muchos retos por delante, pero yo no rehuyo las dificultades. Estoy aquí para trabajar por los ciudadanos y las ciudadanas de Barcelona.
¿Qué lleva a una persona a presentarse a la alcaldía de su ciudad? ¿Se tiene que estar hecho de alguna pasta especial?
Yo parto de la base de que la política requiere un compromiso, unos valores muy concretos: el rigor, el autoexigencia, la responsabilidad y también la humildad. Los políticos estamos al servicio de las personas, estamos aquí para trabajar duro, para aportar soluciones. Y, sobre todo, para escuchar a todo el mundo. Yo me presenté a la Alcaldía de Barcelona, primero porque soy un enamorado de esta ciudad y creo que tiene unos activos enormes que no siempre han sido potenciados cómo hacía falta. Segundo, porque había que dar un nuevo impulso a Barcelona, imprimir un nuevo liderazgo y unas nuevas maneras de hacer. Hacía falta un cambio en el fondo y en las formas, y ahora que ya llevamos seis meses al frente del Ayuntamiento hemos dado pruebas concretas de que en poco tiempo se podían hacer muchas cosas y, sobre todo, hacerlas mucho mejor,
Ser Alcalde de una ciudad como Barcelona es sin duda un gran reto para cualquier político, pero, ¿cuáles son los grandes retos que tiene que afrontar la ciudad en los próximos años?
Yo tengo dos grandes retos –dos obsesiones, si me permitís la expresión-. El primero es la lucha contra la crisis económica, ayudando a la creación de puestos de trabajo; el segundo es garantizar el acento social de nuestras políticas de bienestar y trabajar al servicio de las personas.
Pasqual Maragall, por ejemplo, pasará a la historia como el alcalde olímpico. ¿Cómo le gustaría que la gente recordara al alcalde Trias?
Pasqual Maragall fue un alcalde magnífico, pero no sólo por las Olimpiadas: él fue el artífice de la Barcelona que hoy conocemos. El alcalde Maragall tuvo la valentía y la visión de transformar esta ciudad y ponerla en el mundo. Ahora precisamente que hemos celebrado el 25º aniversario de la nominación de los Juegos Olímpicos del 92 creo que es el mejor momento para alabar todo el legado que nos dejó como alcalde.
Yo lo que quiero es recuperar aquella misma ilusión que vivimos a finales de los años ochenta para dar un nuevo impulso a Barcelona. Esta ciudad tiene unos activos únicos: una marca de prestigio, una posición privilegiada, infraestructuras de primer nivel, emprendeduría, cultura, tradición, una economía competitiva, gente muy formada y podríamos añadir muchos más. Tenemos que aprovechar todas estas potencialidades para mirar adelante con optimismo y avanzar en la Barcelona del futuro con determinación.
Hablamos del Passeig de Gràcia. Usted nació en Rambla de Catalunya con la calle Consell de Cent, muy cerca de aquí. ¿Qué representa para usted, como barcelonés, esta emblemática avenida?
Para mí, es uno de los mejores ejemplos de aquello que es realmente Barcelona, de nuestro espíritu mediterráneo: la conjunción de cultura, de arquitectura, de tradición, de comercio, de personas. Pero, sobre todo, una de las cosas que más me gustan del Passeig de Gràcia es que es un eje de encuentro, donde se reúnen establecimientos de referencia mundial junto a una amplia oferta de restauración y de arte.
Explíquenos alguna vivencia o anécdota especial vivida al paseo…
Yo de pequeño vivía en la Rambla Catalunya 45 y me recuerdo que cada domingo iba andando desde casa de mis padres hasta el Passeig de Gràcia 31, donde se ubicaba la pastelería Prats-Fatjó, que estaba tocando con la calle Diputació. Mis padres compraban el pastel del domingo –unos pasteles buenísimos- y después toda la familia, mis padres y todos mis hermanos, íbamos andando desde allí hasta la Plaza Tetuan, que era donde vivían mis abuelos.
Todos tenemos un lugar secreto o un rincón preferido en el Passeig de Gràcia, ¿cuál es el suyo?
Hay lugares de los cuales tengo muy buenos recuerdos, sobre todo de mi niñez. Recuerdo mucho un lugar llamado el “Salón Rosa”, que estaba entre las calles Aragó y València, justo donde ahora está el Boulevard Rosa. Allí celebré mi primera comunión. Fue un día muy especial como os podéis imaginar. Además, recuerdo que aquel día vino el mago Cartex (Ramon Camprubí), que entonces era muy popular y que daba la casualidad que era un pariente lejano de mi familia. Nos entretuvo mucho a todos los niños con sus juegos. Siempre que paso por delante de ese lugar me acuerdo.
Y como Alcalde, ¿qué representa el Passeig de Gràcia para la ciudad?, ¿qué papel juega en la proyección de la imagen de Barcelona al mundo?
Sin duda es uno de los lugares más emblemáticos de nuestra ciudad y un activo que tenemos que saber potenciar. Hace poco, por ejemplo, celebramos la Shopping Night, que atrajo a mucha gente y que puso en valor toda la oferta comercial de calidad y de restauración magnífica que tiene el Passeig de Gràcia.
Mucha gente piensa que el Passeig de Gràcia ha dado la espalda a los barceloneses para lanzarse a los brazos del turismo de lujo. ¿Qué piensa sobre este tema?
Lo tenemos que hacer compatible. Tenemos que apostar por un turismo de calidad que beneficie a Barcelona, que permita que Barcelona gane y, sobre todo, que no deje que nadie se sienta excluido en su propia ciudad. Me lo habréis oído decir siempre: apuesto por un turismo que nos haga crecer, no menguar, y esto implica un turismo de más poder adquisitivo y, sobre todo, que respete aquello que es Barcelona, nuestros signos de identidad.
Recientemente se han estrenado las mejoras de la fuente de la Gran Vía. ¿Es este el primer paso para afrontar la reforma del paseo que tanto reclama l’Associació d’Amics del Passeig de Gràcia?
Somos conscientes del déficit de mantenimiento muy grave que ha sufrido el Passeig de Gràcia durante bastante tiempo. Queremos llevar a cabo una tarea de mantenimiento exhaustiva y permanente del paseo, velando por la calidad del espacio público y la excelencia en el diseño urbano.
A lo largo de la historia, por la avenida se ha circulado a caballo, en tranvía, en trolebús, en coche, en moto… ¿para cuándo un carril Bicing?
Hay un elemento que, si me permitís, no habéis dicho: y es que sobre todo por el Passeig de Gràcia se ha circulado a pie. Si me permitís el juego de palabras, es un paseo por donde se puede pasear, y hacerlo con calma, disfrutando de joyas de la arquitectura increíbles, de una oferta comercial y de restauración muy destacable. Y esto se tiene que mantener. Ahora bien, en cuanto al resto de transportes, yo apuesto por un equilibrio en los modos de transporte que dé prioridad a los peatones y el transporte público.
La línea de metro del Passeig de Gràcia es conocida como la línea de los carteristas. ¿Qué medidas está tomando el Ayuntamiento para mejorar la seguridad de los que viajan?
Para mí, mejorar los niveles de seguridad de esta ciudad es una obsesión. Por eso una de las primeras medidas que tomé como alcalde fue precisamente la de mejorar la coordinación entre la Guàrdia Urbana y los Mossos d’Esquadra, porque veníamos de unos años donde se había producido una carencia de coordinación que no beneficiaba a nadie. Hicimos, además, que la Guàrdia Urbana bajara al metro y que se diera una atención preferente a este lugar especialmente sensible. El trabajo conjunto entre ambas fuerzas está dando frutos muy importantes: los hechos delictivos han disminuido un 25%, las detenciones se han incrementado y la atención a las víctimas ha mejorado sustancialmente.
Otro foco frecuente de quejas es la estación de tren de Renfe. En verano es como un horno y cuando llueve más de la cuenta se inunda. Twitter saca humo cada vez que sucede. A pesar de que no depende del Ayuntamiento, ¿tienen previsto algún plan de actuación para mejorar este punto “caliente”?
Tenemos un diálogo con las autoridades competentes en esta materia para mejorar las infraestructuras en nuestra ciudad. Este es un aspecto capital para dar un nuevo impulso en nuestra ciudad. Quiero que Barcelona tenga unas infraestructuras de primer nivel –es el que nos corresponde como capital de Catalunya y como capital económica del Sur de Europa y de la Mediterránea-. Por eso he reivindicado con fuerza que las estructuras ferroviarias estén a la altura, cómo he reivindicado el Corredor Mediterráneo, los accesos al Puerto y toda una serie de inversiones que Barcelona necesita.
Desde enero del año pasado, y debido a la aplicación de la Ley de Memoria Histórica, el obelisco de la Diagonal ha quedado huérfano de significado. ¿Tiene su administración alguna intención de rehabilitar socialmente este monumento que siempre ha vivido rodeado de polémica?
Pienso que son los propios ciudadanos los que tienen que dar un nuevo significado a este obelisco y que se tiene que hacer a través de un proceso gradual, estableciendo un diálogo con todo el mundo. Este monumento en concreto ha tenido distintos significados en diferentes momentos de la historia. Este lugar se conocía popularmente como el “Cinc d’Oros”, por el efecto que producía el conjunto de la rotonda central y las cuatro farolas que la iluminaban. Después ha vivido vicisitudes históricas y de transformaciones de diferente signo y ha representado cosas totalmente opuestas. Ahora creo que los propios ciudadanos tendrán que darle un significado nuevo. Yo lo único que pido es que este proceso se haga desde el respeto y la adhesión plena a los valores democráticos y de libertad.
Desde Passeigdegracia.com hemos puesto en marcha una campaña mediante las redes sociales para recoger ideas y sugerencias para dar sentido al obelisco. A usted, que es un alcalde muy conectado, con perfiles en Facebook, Twitter o Instagram, ¿qué le parecería hacer una consulta popular por Internet para que los barceloneses y barcelonesas puedan opinar sobre este tema?
Creo que es muy importante fomentar la participación ciudadana en todos los niveles y alentar a las personas para que participen más en la toma de decisiones. Y las nuevas redes sociales, como Facebook y Twitter, nos ofrecen una oportunidad única para canalizar y visualizar las demandas y sugerencias ciudadanas. Creo que la iniciativa que habéis emprendido vosotros en este sentido demuestra que estamos avanzando en este campo.
Antes de finalizar, nos gustaría conocer su opinión sobre nuestro proyecto, Passeigdegracia.com, nacido con el objetivo de promover y dar difusión a los valores de nuestra ciudad, como el diseño, el arte, la cultura o la gastronomía, dentro y fuera de nuestras fronteras.
Os felicito por vuestro proyecto, porque todo aquello que ayuda a dar un nuevo impulso a Barcelona es de agradecer. Os lo comentaba antes: esta ciudad tiene unos activos únicos que tenemos que potenciar y dar a conocer. Y el Passeig de Gràcia, muy especialmente, es uno de estos activos únicos que hay que poner en relevancia. Me gusta mucho saber que hay gente que ama esta ciudad, que es consciente del potencial de futuro que tenemos, y que nos está ayudando a dar este nuevo impulso que Barcelona necesita.
¿Qué líneas de ayuda existen o qué tipo de apoyo institucional pueden recibir proyectos “made in Barcelona” cómo el nuestro, fruto de la colaboración de profesionales independientes y emprendedores?
Lo he dicho siempre: el Ayuntamiento apostará por todos aquellos que apuesten por Barcelona. Esto quiere decir, muy especialmente, estar junto a los emprendedores que quieren hacer realidad su proyecto y que saben que Barcelona tiene unas características únicas para hacer nacer nuevas oportunidades empresariales. Tenemos un activo indudable en este campo, que es nuestra marca de ciudad. Tenemos una de las marcas de ciudad más potentes del mundo, una marca que es de referencia internacional. Barcelona es sinónimo de éxito.
Y para finalizar, ahora que acabamos de estrenar un nuevo año, ¿qué mensaje le gustaría transmitir a los barceloneses de cara al 2012?
Querría lanzar un mensaje de optimismo. Soy muy consciente que estamos pasando por una situación económica muy grave, las consecuencias sociales de la cual son innegables. Tenemos retos muy importantes por delante, pero estoy seguro de que con rigor, con esfuerzo, con responsabilidad y aunando los esfuerzos de todos, saldremos adelante. No tengo ninguna duda.
Fotografía: Edgar Melo Entrevista: Javier Pereda, Alfredo Cano
Hablamos con Casa Bonay, Santa Eulàlia, Atrápalo, Casa Seat, Glovo y Atipika sobre retos, cambios de tendencia y el estado de la cuestión en Barcelona.
Analizamos los servicios de eCooltra, Yego y Acciona.
La esencia de la ciudad se pierde con cada una de estas noticias, y alguien ha de hacer algo ya.
La plataforma francesa Swimmy permite reservar piscinas por horas para eventos privados.