Bala Perduda celebra su final este jueves en Apolo

Durante los meses de febrero y marzo, La [2] de Apolo acogió una serie de semifinales de su concurso de talentos Bala Perduda 2019. 18 bandas se batieron en duelo para demostrar que la escena emergente de Barcelona pisa fuerte, independientemente del género musical, el número de componentes o el idioma. Habiéndose escogido los seis ganadores, este jueves se celebrará en la sala barcelonesa la gran final, de la que saldrá el ganador final, escogido por un jurado profesional formado por un periodista, un artista, un promotor, un miembro de Primavera Sound y otro de Apolo.

En la noche del jueves, los seis finalistas -Matote, Sunny Girls, Egosex, Ominira, Halley y Teana- tendrán 20 minutos par demostrar al jurado y al público que ellos deben ser los ganadores. Como viene siendo habitual, la velada estará amenizada por Joan Colomo, inigualable maestro de ceremonias. La entrada tendrá un coste de 4€ con una cerveza grande incluida, y se podrá adquirir exclusivamente en taquilla el día del evento.

El ganador podrá tocar en Primavera Sound 2019, grabar un LP en los estudios Aclam, con masterización de Hitmakers Matering y distribución digital a cargo de la Cúpula Music y una actuación en el programa Feeel de Betevé.

Matote: Bala Perduda suele moverse más por unos códigos de pop electrónico e indie rock, y por eso la actuación de los badaloneses Matote en la semifinal cogió por sorpresa a muchos, con una combinación de stoner/doom y post metal cargada de fuzz. Su último tema es Children of the New Dawn, una épica de 19 minutos de duración masterizado por Magnus Lindberg de Cult of Luna.

Sunny Girls: “Aquella mezcla extraña que acaba saliendo bien, como cuando mojabas los bocadillos de Nocilla en Coca-Cola”. Así se describen este sexteto de colegas que se hicieron un hueco a la final con una propuesta nostálgica que recordó al rock ligero y pop hipnagógico de Ariel Pink.

Ominira: Este grupo barcelonés formado por Adrià Martí (trompeta y electrónica), Alexis Rossell (guitarra y coros) y Eric Segura (voz y percusión) hace un dub y afrobeat evidentemente influenciado por la música caribeña, y es que Ominira significa libertad en Ioruba. Su álbum de debut, Mama, se coló entre lo mejor de 2018 según la revista Mondo Sonoro.

Halley: Con algo menos rodaje viene Halley, que en la semifinal de Bala Perduda de hace unas semanas ofrecieron su primer concierto, dando aún más sentido a este concurso de bandas LITERALMENTE emergentes. Halley es Miguel Peña, un artista que en sus canciones habla sobre las emociones, las relaciones sociales y el uso de substancias desde una posición única.

Teana: Algo más de experiencia tienen los psicodélicos Teana, que el año pasado llegaron a telonear a Boogarins y The Wolly Bushmen, lo que habla a las claras de un sonido lisérgico y alucinógeno que los emparenta con Mild High Club, Badbadnotgood y Tame Impala. En la semifinal deslumbraron a ritmo de garage rock.

Egosex: Se describen como una mezcla de jungle, trance y blues, si es que eso es siquiera posible. También tienen algo de afrofuturismo, pero ellos prefieren llamarlo afropresent. La explicación del origen de su nombre no tiene precio: ”Del auto-conocimiento de nuestro propio ego y el hecho de encontrar un placer sexual en interactuar con nuestro animal divino interior”