Los mejores dumplings de Barcelona
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¿Te las das de fan de la gastronomía exótico pero no pasas de ir a un restaurante japonés o peruano? Aquí va una guía con los mejores locales para descubrir la cocina más desconocida del mundo.
Rasa Malaysia Halal (Malasia)
Probablemente, estés tan harto como nosotros de ir a un restaurante, pedir un menú de mediodía y que tacañeen con las porciones. Eso no te va a pasar aquí, que ofrecen un menú diario por 8.90 con entrante, un plato principal que te va a costar terminar y bebida (por un euro más, también te incluye cerveza de importación). De hecho, la oferta también vale para cenas. La comida malaya es parecida a la tailandesa en el sentido de que su base son los arroces y los fideos, sopa de gambas picante, pollo frito y generosa variedad para veganos.
Passeig Sant Joan, 179
Abissínia (Etiopía)
El cuerno de África no parece el lugar del mundo donde mejor comida tengan, pero libérate de los prejuicios y prepárate para comer con las manos en este oasis de una cocina africana con mucho por descubrir. Todo está decorado según la tradición del país, con asientos bajos, mesas pequeñas y llamativos motivos. El plato estrella es el dorowot de pollo con cebolla confitada y tomate condimentado, pero también puedes disfrutar de una ceremonia del té viendo cómo sus maestros lo tuestan, lo muelen y lo cocinan para luego degustarlo. Un viaje sensorial.
Torrent de les flors, 55
Hungaryto (Hungría)
Diez años se cumplen de la llegada a Barcelona de su único restaurante húngaro. La gastronomía magiar es tan rica como su cultura, y por eso es habitual encontrar aromas y sabores picantes, platos estrella como el goulash (una auténtica mezcla de matices rematada con el popular pimentón paprika), y cervezas y vinos para un maridaje perfecto. Hungaryta también es una tienda donde se venden algunos de los productos principales del país: especias, condimentos, encurtidos, pastas, siropes, dulces, cervezas, vinos…
C/ Aragó, 343
Seoul (Corea)
Es probablemente el coreano más conocido de Barcelona. Ubicado arriba de la Avinguda Gaudí, el local es, digámoslo claro, tan cutre como cualquier chino de barrio, pero las delicias asiáticas que aguardan dentro lo compensan todo. Hay cosas tan mainstream como diferentes variedades de raviolis, los arroces se calientan directamente en su propio bol, las especialidades son las carnes a la piedra (todo un espectáculo de ver) y si vas por primera vez, aunque ni idea de cómo llevan la cuenta, te invitan a unas tapas coreanas. Eso sí, el precio se dispara un poco.
Avinguda Gaudí, 70
Suma Manq’a (Bolivia)
Puestos a hablar de menús económicos, sustanciosos y exóticos, el de este coqueto restaurante boliviano de Camp del Arpa se lleva la palma. Un día cualquiera puedes tomarte una crema de zapallo (o sea, calabaza), un hígado de ternera al estilo paceño (fuerte, condimentado e ideal para curar resacas), una crema batida de vainilla chantillín y pensar que estás en el altiplano andino sin salir de Barcelona. Remátalo con conciertos de música tradicional, una buena cerveza helada Paceña.
C/ Independència, 340
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