Los 9 mejores rooftop bars de Barcelona

La mayoría de bares que no se encuentran a pie de calle son propiedad del gremio hotelero. Poco a poco, los locales vamos haciéndonos hueco –a codazos en ocasiones- en las exclusivas coctelerías de hotel con bartenders de cinco estrellas. Las azoteas son uno de los bienes más preciados de los alojamientos, y más a partir de finales de marzo, cuando sacamos la gabardina en vez del plumón,  intercambiamos bufanda por foulard y el dobladillo reglamentario con los tobillos al aire ya no da grima.

Recién inaugurada la temporada de terraceo, las azoteas y los largos anocheceres acompañados de buenos cócteles vuelven a las andadas. Los hoteles, únicos poseedores de una auténtica aura de oasis urbano, ya no son un privilegio exclusivo para viajeros. Desde hace pocos años, estos terrados se han convertido en verdaderos epicentros de la dolce vita durante la temporada que se avecina.

Una vez ahí, instalados en una hamaca de diseño, dando el primer sorbo a un líquido de lujo y ante unas vistas de infarto, te pones a pensar en el charquito y te dices: “no cuadra”. Efectivamente, no encaja por ningún lado. ¿Por qué hoteles con capacidad para alojar a cientos de personas tienen una piscinita en la que no caben más de tres? Las llaman piscinas de bajo fondo, si te tiras de cabeza te partes la crisma. Son como un jacuzzi a lo grande o una reinterpretación del concepto bañera.

En una sala de espera solo queda una silla libre y sois cuatro culos deseosos de aposentarse. Resultado de la ecuación: ahí no cabemos todos. Lo mismo sucede en las azoteas de los hoteles con piscinas de bajo fondo: sois cincuenta y solo hay metros cúbicos de agua para una pareja de tres o  un cuarteto. Por suerte o por desgracia, el problema es de los guiris, ya que la mayoría de hoteles se curan en salud permitiendo la entrada a los forasteros –en este caso nosotros- cuando el acceso a la piscina está cerrado, que suele ser sobre las 20h.

En prácticamente todos encontramos un charquito pero también buena vibra y cartas de bebidas espirituosas de lujo. Ahí va un listado – que no ranking- de los 9 mejores:

Les Terrasses Bar&Lounge – Gran Hotel La Florida

Si el parque de atracciones Tibidabo sigue abierto es probable que se escuchen de fondo los gritos de adrenalina de sus visitantes, pero quizás ni lo oigas porque las maravillosas vistas habrán adormilado el resto de tus sentidos. Desde el hotel, ubicado en el Parque Natural de la Sierra de Collserola, Barcelona se muestra ante tus pies.

Sky Bar – Grand Hotel Central

El nombre es bastante esclarecedor y tanto su altura como sus vistas lo justifican, ofrece una de las mejores panorámicas de Barcelona. En la azotea del Grand Hotel Central el cóctel más aclamado es el mojito, del que tienen varias versiones. Dato importante: aceptan reservas.

The Serras

Con vistas al Mediterráneo, la Marina Port Vell y al skyline de Barcelona, este hotel cinco estrellas además de contar con un horizonte privilegiado, el chef estrella Michelin, Marc Gascons, capitanea la exclusiva oferta gastronómica que va acompañada de una selección de cócteles clásicos y de autor.

Sun Deck -  W Barcelona

Cualquiera diría que es el colmo de la infracción de La Ley de Costas pero el popular equipamiento, puede presumir de ser un hotel sobre el mar. El conocido como Hotel Vela , obra de Ricardo Bofill, se ha convertido en un icono de la ciudad. Desde el Sun Deck del W solo verás el Mediterráneo, sin que ningún otro edificio de dimensiones desmesuradas enfrente del mar te tape las vistas.

El Terrat – Mandarin Oriental

No te dejes seducir por la decoración retrofuturisa ni por los copazos que verás sobre mesas ajenas. Aprieta los dientes y resiste. Debes llegar al ascensor y pulsar el botón de la novena planta para anclar en El Terrat, el bar-restaurante de la azotea del hotel Mandarin Oriental. Desde el edificio Art Déco y con vistas al modernismo del Paseo de Gracia, no te hará falta ni buena conversación para disfrutar del momento y de sus cócteles.

Hotel Omm

El Omm es lo contrario al típico hotel de lujo casposo y eso repercute indiscutiblemente en el tipo de clientela que frecuenta el lugar. Ambiente exclusivo y joven,  una buena parrilla de DJ para darle al ambiente el toque de gracia; rozando La Pedrera, con vistas a la Sagrada Familia y a la luces de Montjuïc, la terraza del Omm es uno de los mejores lugares donde recibir el atardecer.

Rooftop – Hotel Yurbban

Donde convergen las calles Trafalgar y Ortigosa, en pleno meollo de la ciudad, se encuentra, desde hace poco más de un año, un hotel desde el que se puede levitar sobre el ensanche. Subid a su pequeña azotea, con una panorámica 360º, estarás ahí en medio, sin nada que interrumpa tu visión gracias a sus barandillas de cristal templado.

Hotel Gran Lujo Claris

El bar de la terraza del Hotel Claris, sin duda, está a la altura. El ambiente es de los más acogedores que encontraréis y, de los más adecuados, si se tercia una noche romántica. La carta no es extensa pero qué más da si se cubren bien todas las necesidades.

Blue Wave

No solo tiene el número uno del Moll de Barcelona, el local ostenta el título de bar más bonito del mundo. El jurado de los Restaurant & Bar Design Awards decidió que el bar más hermoso no se encontraba ni en París, ni en Londres ni en Nueva York, sino en Barcelona. El despacho de arquitectura Equipo Creativo diseñó el espacio de tal forma que simulara el estar dentro de una gran ola. La coctelería no está en una azotea pero sus vistas son de vértigo.