¡Gracias, gracias, gracias, Rebajas!
Sí, tres veces gracias. Porque si de bien nacidos es ser agradecidos, tenemos tres razones para serlo con las Rebajas.
Tyson Sing Tyson es un Sigh sin turbante. Oculta su religiosidad, hay que ganarse la vida. Esa prenda le cerró muchas puertas. Llegó hace diez años y los últimos tres los pasó trabajando en un conocido restaurante de Paseo de Gracia, trasladándonos con su presencia a otro lugar y a otra época. En Punjab, India, […]
Tyson es un Sigh sin turbante. Oculta su religiosidad, hay que ganarse la vida. Esa prenda le cerró muchas puertas. Llegó hace diez años y los últimos tres los pasó trabajando en un conocido restaurante de Paseo de Gracia, trasladándonos con su presencia a otro lugar y a otra época. En Punjab, India, era agricultor. Vino para ver mundo, experimentar y subir su calidad de vida. Estático, observa la calle frente a su restaurante gran parte del tiempo. “Me encantan las chicas y famosos que pasan por aquí”.
En el transcurso entre Burberry y Karen Miller interceptamos a Ajda. Proviene de una balcánica, Ljubjana. Hace justicia a la belleza que se le suele atribuir a las mujeres eslovenas y además es lo que le da de comer. Es modelo y actriz de una conocida agencia. Es una habitual de la calle, suele pasar muchas tardes o noches en la terraza del hotel Majestic o en el Casa Fuster.
El subsuelo de Paseo de Gracia es uno de los más dinámicos de la ciudad. Muchos de sus habitantes no son ajenos, invisibles, transparentes. Mercedes es una de las responsables del mantenimiento y limpieza de la estación de Renfe en los que no solemos reparar al pasar por su lado. Emerge tímidamente solo por unos minutos a la luz del día. Carece del tiempo y la posibilidad de cruzar ni una palabra.
Sí, tres veces gracias. Porque si de bien nacidos es ser agradecidos, tenemos tres razones para serlo con las Rebajas.
Barris, Rajoles, Trencadís y Balcons són los cuatro foulards diseñados por la artista Ona Boix
Bienvenido enero. Y es que diciembre, no es ni noviembre, ni enero, es diciembre. De esto me di cuenta años atrás y justo éste es uno de los grandes inconvenientes del Paseo: si puedes, en diciembre, lárgate.¿Por qué?
Este es un rincón para imaginar cómo desde sus balcones, debían admirar el Paseo de gracia del siglo XX, repleto de tranvías y bicicletas.
Una selección de ‘delights’ del Colmado Quilez para esas ocasiones en las que el paladar contagia el resto de los sentidos.