Utopías disponibles
Hoy triunfa más la idea de transformación, donde nada es nuevo verdaderamente aunque pueda llegar a parecerlo.
¿Qué hiciste el domingo pasado? ¿Ir a ver una exposición? Hincharte de cañas en la Barceloneta? ¿Un brunch en el Eixample que luego tenías que sacarte un riñón para pagarlo? Yo me acerqué al Espai Jove y Fontana de Gràcia, donde por el precio de dos kilos de alimentos básicos en donación al Banco de Alimentos de Barcelona, vi hombres crecidos fingir que se daban de hostias durante casi tres horas. Y no había disfrutado tanto ante un espectáculo en mucho tiempo.
El Wrestling, deporte sinónimo de los 90’s, el neón, y los Estados Unidos está presenciando una renacimiento en Europa. Pero esta vez lejos de los focos de la tele o los sueldos multimillonarios que cobraban en su día Hulk Hogan o el Último Guerrero. Impulsado por federaciones amateurs como el Insane Championship Wrestling en el Reino Unido, o el White Wolf Wrestling aquí en España, el Wrestling de hoy es un movimiento orgullosamente “háztelo tu mismo”, donde los trajes que llevan los luchadores son tan caseros como las pancartas que alzan sus espectadores. Y de allí su encanto: en un mundo donde los oportunidades son limitadas, y donde la codiciada fama parece pertenecer a otros, aquí cualquiera puede jugar a ser un superhéroe durante un tarde de domingo. Dentro, y fuera del ring.
Hoy triunfa más la idea de transformación, donde nada es nuevo verdaderamente aunque pueda llegar a parecerlo.
No existe un mundo perfecto único, varios modelos conviven y se yuxtaponen. En la mezcla de ideas está el valor.
Esta colección se dedica a esas ansias de vivir la vida al máximo para acabar en el hoyo. Una galería fotográfica de Bernat Rueda.