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Hoy triunfa más la idea de transformación, donde nada es nuevo verdaderamente aunque pueda llegar a parecerlo.
Visitamos a Josep Cots y Èric del Arco en la nueva sede de la librería Documenta para conocer en primera persona qué significa ser librero. El espacio es nuevo, pero mantiene la personalidad y la identidad de aquel que allá por el 1975 fundó en el corazón del Gótico, en la calle Cardenal Casañas, 4.
De la mano de uno de los individuos más influyentes en la cultura de Barcelona y de su sucesor, descubrimos cómo se ha transformado el sector en los últimos 40 años. Las claves del éxito, si es que las hay, o si es que existe, la influencia de internet, de las nuevas librerías y editoriales, de nuevos talentos, de escaparates, booktubers y hasta tuvimos tiempo de comprarnos algún libro para este verano.
¿En qué circunstancias abriste la documenta?
Josep Cots: Por ignorancia y juventud. Me gusta leer, y ¿De qué podía trabajar? Ramon Planes, mi primer socio, me dijo: ¿Montamos una librería?… La inconsciencia provoca enfermedades.
Y siempre lo tuviste claro que el enfoque tenia que ser en catalán? La librería tiene los rótulos en catalán porque está en Barcelona, pero el 80% de los libros son en castellano. Es una librería que refleja la identidad de la ciudad, librerías solo en catalán en Barcelona hay muy pocas.
¿Cómo fueron los primeros años de trabajo durante la transición?
Josep: Muy divertidos. En aquellos años abrir una librería era normal, no como ahora. Se abrían muchas y a la vez se cerraban. Era una actividad antifranquista, a favor de la cultura y en reacción a la crisis de los gobernantes. Y yo fuí uno más. Ramon y yo lo hicimos sin dinero y en serio, y nos tenía que durar y funcionar porque era nuestro medio de vida. Todo se hizo a base de créditos y de pedir dinero a la gente, una cosa que jamás pensé que se repetiría, pero lo he tenido que volver a hacer, ( la campaña de crowfunding para el traslado de la librería a l’eixample ha sido un éxito) y es extraordinario.
Hay personas que te consideran parte de la historia de la cultura de la ciudad…
Josep: No, yo he hecho mi trabajo y nada más, he trabajado como una hormiga a favor de la cultura, con una librería. Siempre con unos mínimos que no se pasan porque creamos en el libro como portador de la cultura, y eso es lo que me ha salvado, porque hoy en día, o te diferencias o caes en manos de las grandes cadenas. A veces viene gente que me dice: ¡Tenéis libros que Casa del libro no tiene! Mentira, el Fnac y Casa del libro los tienen todos, el hecho está en que libros ponen delante, yo destaco unos delante y ellos otros, y aquí radica la diferencia.
¿Cómo ha influenciado el cambio de lugar?
Josep: Hay una anécdota, hace cinco o seis años, cuando estaba en Cardenal Casañas (al lado de Las Ramblas), Casa del Libro abrió una tienda justo delante de la mía, yo me acojoné, pero no me pasó nada, al revés la cerraron a los pocos años. Y en cambio, esta vez que soy yo quien ha tenido que buscar otro lugar con Èric, hemos acabado delante de Casa del Libro, y sabía que no iba a tener ningún problema porque tenemos enfoques diferentes, y además, hacemos barrio ( En este área de l’Eixample podéis visitar también la Laie o la nueva sede de James). Demuestra que si tienes una línea clara te puedes poner delante de un competidor porque no es competencia, es confluencia.
La financiación para la reapertura se ha hecho mediante crowdfunding…
Èric del Arco: Sí, pero en este caso, como no teníamos el dinero desde un principio, no podíamos buscar un local, y una vez hemos tenido la financiación suficiente, nos hemos puesto a buscar locales, solo encontramos cinco, y que nos gustaran, uno.
¿Cómo ha cambiado el negocio de los libros y el barrio?
Josep: En 40 años ha cambiado muchísimo. Antes las Galerías Maldà y la calle Portaferrissa era el centro de Barcelona, y se encontraban todas las tiendas buenas, y en 40 años todo ha cambiado. El factor turismo y la crisis también ha influenciado. Antes un negocio cuando se abría aguantaba, pero ahora todo lo que abre, cierra, y con los libros lo mismo, ahora la gente se piensa más en qué gastar su dinero.
¿Crees que había mucho interés por la literatura en catalán cuando se abrió la primera Documenta?¿Cómo está de salud ahora?
Èric: Continua siendo minoritaria respecto al castellano. Los libros en catalán un día los dejas de ver, en cambio, en castellano sí que se reeditan casi todos los títulos, el mercado es más grande sumando latam y hay más ediciones. Estamos en un país de lectura en castellano, la gente lo prefiere.
¿Qué autores consideras que han esculpido la cultura desde que abrió la Documenta?
Èric: Los cuentos de Quim Monzó, Empar Moliner… los autores de “Els quaderns crema”. Todos los autores que han formado parte del momento en que se hizo el cambio del catalán de traducción, pomposo y perfecto, y aparecieron estos autores de lengua viva.
¿Cómo ha cambiado el gusto por la literatura catalana?
Josep: Como las épocas, los gustos cambian, y es que no hay épocas mejores ni peores, lo que reflejan los gustos son los cambios en la sociedad. En los Premios Documenta, generalmente hemos premiado a autores en su momento desconocidos, pero ahora la mitad son grandes nombres.
¿En qué consiste el premio Documenta?
Josep: Es un premio en metálico y la edición del libro a concurso. Nosotros siempre hemos apostado por los autores jóvenes, y así poder dar esperanza a las nuevas generaciones. Con los años hemos ido cambiando de editoriales con el objetivo de mantener la línea joven, primero con la editorial Empúries, ahora con L’Altra, porque con 65 años es muy difícil acercarse a alguien de 25.
¿Qué influencia ha tenido la ciudad en tu trabajo?
Josep: Yo hago mi trabajo, librero, lo que pasa es que no somos muchos.
Èric: Ahora ha aparecido una nueva generación de libreros, pero para nosotros, el librero tiene un tamaño, aquel que permita abarcar todo el trabajo estando solos, en contraposición a lo global y a las grandes cadenas estamos nosotros, el negocio de proximidad.
¿Crees que con esta nueva corriente independentista hay una nueva oportunidad para la literatura catalana?
Èric: Hay gente que edita porque quiere editar en catalán, Males herbes, tiene una línea muy clara, pero las editoriales crecen o desaparecen, y cuando son un poco grandes, aparece Planeta y te la compra, y la gente las vende pero vuelve a hacer otra editorial porque no saben hacer otra cosa, es su vida. Con las pequeñas editoriales se crean pequeños núcleos reducidos, incluso endogámicos, pero que tienen un público fiel. Existe este amor por el trabajo que despunta por encima de los grandes grupos, y de vez en cuando, en la lista de los autores más leídos o vendidos, es un autor desconocido publicado por una editorial pequeña, que son las únicas que pueden abanderar un movimiento como este.
Has cambiado por la ciudad ¿Qué recuperarías del pasado? Y ¿Qué te llevarías del presente?
Josep: O te adaptas o acabas cerrando. Tienes que defender lo tuyo pero al mismo tiempo ser flexible. No soy nostálgico, la gente cuando viene aquí me lo dice, qué pena, antes estabas allí abajo… pena, no, es una etapa, es una librería nueva, fantástica, si hubiera renunciado a alguna cosa entonces sí que estaría nostálgico. Si no me hubieran obligado a marcharme, igualmente en un par de años ya no estaría allí, porque los barceloneses ya no van por esa zona, tendría que hacer como la Boquería, vender zumos porque no vendo bistecs.
Josep no para atendiendo a sus clientes, nos demuestra que su consejo es clave y éso es lo que hace distinta a esta librería. Eric atiende a su mujer y a su criatura antes de volvernos a sentar, un placer pasear por este magnífico espacio durante la espera.
¿Qué piensas de la influencia de internet en el mundo de la literatura?
Josep: Por culpa de internet la gente se cree que lo sabe todo porque están informados, y la gente ha perdido una cosa preciosa, que era perderse dos horas en una librería a descubrir. Con internet ha regresado el antiguo rollo griego, y por eso existen los buscadores, pero también tienen muchas limitaciones porque las búsquedas se hacen en base a tu gustos y tu geolocalización. Aquí los libros tienen todos la misma oportunidad, y esto las nuevas tecnologías lo han matado. La gente entra, pregunta y se va.
¿Y como un canal para nuevos creadores literarios?
Josep: No, no creo nada, se darán a conocer si venden, una cosa es el comercio y la otra la calidad. El editor es un sensor, pero si es inteligente, es un maestro que orienta pero a la vez son figuras prescriptoras, y en internet no hay prescripción, internet está lleno de mierda. ¿Dónde está la realidad? Igual no existe, estamos todos en la nube.
3 títulos que recomiendes para leer este verano:
Èric: El principi d’incertesa, Martí Sales. Males herbes. Aquella tarde oronda, Peter Cameron. Libros del asteroide. Lejos del mundanal ruido, Tomas Hardy.
Josep: El seductor, Jan Kjaestard. Memoria por correspondencia, Emma Reyes.
Si queréis conocerlos un poco más, nada mejor que uno de los vídeos que están colgando en su perfil de internet. Emulando a los Booktubers, Eric y Josep disfrutan de lo suyo y nos lo transmiten, además nos hemos dejado llevar por sus consejos y un par de títulos ya están en la bolsa para este veranito.
Hoy triunfa más la idea de transformación, donde nada es nuevo verdaderamente aunque pueda llegar a parecerlo.
No existe un mundo perfecto único, varios modelos conviven y se yuxtaponen. En la mezcla de ideas está el valor.
Esta colección se dedica a esas ansias de vivir la vida al máximo para acabar en el hoyo. Una galería fotográfica de Bernat Rueda.