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Hoy triunfa más la idea de transformación, donde nada es nuevo verdaderamente aunque pueda llegar a parecerlo.
Miralda se fotocopió con un cisne negro. Fest für Leda. Documenta 6. Kassel, 1997
“Camins Encontrats” es el proyecto de la Fundació Suñol que propone crear un diálogo entre dos obras de un mismo creador ideadas en momentos diferentes: una de los comienzos del artista y otra moderna. Joan Rabascall fue el primero en someterse al experimento en 2016, ahora es el turno de Antoni Miralda, cuyas dos obras permanecerán en las paredes del segundo piso de la fundación hasta el próximo 2 de agosto.
Las dos obras del tarrasense están físicamente separadas en la muestra por una pantalla de proyección, pero lo que realmente las aleja es el contexto en el que fuero ideadas. 38 años separan “Fest für Leda”, presentada en la Documenta 6 de 1977, de “46 huesos”, que se exhibió en 2015 en Madrid como parte de What you want is what you get.
La exposición propone “una mirada sobre el trabajo de Miralda desde fuera de Miralda”, dice el coordinador del proyecto, Enric Franch. La distancia que separa ambas piezas permite entrar en una segunda lectura, encontrar elementos de referencia sobre el artista que nos lleven a generar reflexiones con un nivel más de profundidad.
Dos obras de Miralda, realizadas con 38 años de diferencia en contextos completamente distintos se contraponen en las paredes de la Fundació Suñol: “Fest für Leda”, presentada en la Documenta 6 de 1977; y “46 huesos” que formó parte de la muestra What you want is what you get mostrada en Madrid 2015. Ambas obras muestras formas distintas de rituales, objeto de estudio recurrente a lo largo de toda la trayectoria del artista.
Dibujo de la procesión des del barrio comercial de Karlsruhe hasta el templo de los cisnes. Fest für Leda. Documenta 6, Kassel 1977.
En una pared, se muestra- a través de imágenes, videos y dibujos- el despliegue de la fiesta-recorrido-ritual que ideó Miralda para la Documenta de 1977. El tema central era el mito de Leda seducida por Zeus transformado por un cisne negro. La propuesta involucró a toda la ciudad. La ceremonia se inició en el barrio comercial de Kassel, ahí los participantes recogían los cisnes negros y los llevaría hasta el Marmorbad -el único edificio monumental que no fue destruido por los bombardeos de la guerra- el cual alberga una estatua de Leda, mientras recogían y transportaban alimentos.
46 huesos. Serie FoodCulturaMuseum Madrid, 2015.
La vitrina de huesos forma parte la exposición What you want is what you get, el lema de los establecimientos de comida basura que invaden el mundo. La pieza nació del FoodCulturalMuseum, un proyecto de antimuseo. Los huesos están cargados de memoria y el museo es el templo destinado a la preservación de la memoria. Los huesos expuestos son de distintas ciudades, materiales y destinados a diversos usos, pero la mayoría de ellos son para disfrute de los perros. El modo en el que convivimos con los canes –desde compartir sofá o mesa con ellos, pasearle o comprarles collares de diamantes- se ha transformado en un ritual de nuestra vida cotidiana y, en ocasiones, en síntoma de la sociedad de consumo.
La particular mirada de Miralda convierte ambas obras en documentos extraordinarios del lugar, del momento social y cultural al que hacen referencia. El artista sigue conservando intactas “la ingenuidad de la infancia, el sentido de la Fiesta y el gusto por la maravilla y lo cotidiano”, tal y como dijo el crítico de arte Pierre Restany.
Hoy triunfa más la idea de transformación, donde nada es nuevo verdaderamente aunque pueda llegar a parecerlo.
No existe un mundo perfecto único, varios modelos conviven y se yuxtaponen. En la mezcla de ideas está el valor.
Esta colección se dedica a esas ansias de vivir la vida al máximo para acabar en el hoyo. Una galería fotográfica de Bernat Rueda.