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Mamá robaba geranios

Hay tres maneras de pulirse el patrimonio de un padre rico: especulando con él, quemándolo en juergas, o quemándolo en juergas culturales.

Categoría: Cultura | 14 mayo, 2014
Redacción: Cristian Segura

Hay tres maneras de pulirse el patrimonio de un padre rico:

a) Especulando con él.

b) Quemándolo en juergas.

c) Quemándolo en juergas culturales.

Hay otra opción, que es reinvertir el dinero en el negocio familiar, pero yo hablaba de “pulirse el patrimonio”, y esto ni es pulírselo ni es realista –hoy en día, 9 de cada 10 empresas familiares ya han quebrado o ya han sido vendidas.

Entre los Juegos Olímpicos del 92 y el inicio de la crisis presente, las opciones a) y b) eran hegemónicas en Barcelona. De un tiempo a esta parte, la situación ha cambiado. Lo predijo Hesse en su cuento ‘La ciudad’: el declive ha traído de nuevo a los poetas, a los pintores y a los profetas. En los últimos años, mi mundo ha pasado de invertir en ladrillo y en privados de discoteca a montar editoriales, bandas de música o aplicaciones electrónicas absurdas. Ha vuelto la creatividad porque sí; ha vuelto la opción c).

Cuando tomé conciencia del mundo, mi referente de la opción c) era la gauche divine. Pijos y progres gamberreando. “Gente guapa haciendo el tonto”, dice Colita de la Gauche Divine en la exposición ‘Colita, perquè sí’. Hoy vuelve a ser algo real pero durante veinte años el jolgorio creativo de las clases pudientes de Barcelona era solo un mito llamado gauche divine.

Hay una diferencia entre ‘juergear para crear’ y juergear sin más. La diferencia se percibe hoy, año 2014, y se percibió con la Gauche Divine. Yo no puedo explicarlo porque no estuve allí. Lo mejor que puedo hacer para que lo entendáis es transcribiros los mejores momentos de la charla pública que protagonizaron Colita y Maruja Torres en marzo en La Pedrera.

 

SAGRADO CORAZÓN

Colita: Quan jo anava a col·legi, al Sagrado Corazón per cert, a mi em venia a buscar l’Oriol Maspons en moto. I després sortíem a les ‘fiestecitas’ del fin de semana amb el Xavier Miserachs i la seva nòvia, que era nada más y nada menos que Beatriz de Moura, de Tusquets y Editor. Aquesta era la gent amb qui jo sortia en aquella época.

 

ANTONIO GADES

Maruja Torres: L’any 63 passaven moltes coses. Et recordo al cicle de cinema francès d’aleshores; em vaig quedar enlluernada amb la teva presència, sobretot que fossis una dona en una professió així. Aleshores també va passar el rodatge de ‘Los Tarantos’ i la irrupció d’un tio com Antonio Gades, que venia molt a Barcelona.

Colita: Paco Revés el coneixia. Gades era coreògraf a la Scala de Milan. L’Antonio era un seductor, un faldillero, pero no sabes cómo.

Maruja: Va estar amb Marujita Díaz.

Colita: Pero primero se benefició a la mujer del director de la Scala. El marido se enteró, se armó el lío y se tuvo que venir aquí por piernas.

 

JAIME GIL

Colita: Los 60 eran la esperanza. Los 80, empiezas a perder la esperanza. Y los 70 es el esclat de somos demócratas, somos europeos, somos estupendos. En los 80 te da la nariz que eso no será así. Los sesenta era lo que decía Jaime Gil, ‘ciudad color de paloma sucia’.

 

COPACABANA

Maruja: ¿Tú te acuerdas del Copacabana?

Colita: Hombre, claro.

Maruja: Pues yo me acuerdo de aquel travesti del Copacabana que imitaba a Sara Montiel.

Colita: La danza del fuego, hacía la danza del fuego. Se envolvía en papel de periódico, le prendía fuego y luego se revolcaba para apagarse.

Maruja: Esto que ha explicado ahora Colita me ha recordado cierta noche que pasamos tú y yo, cástamente por cierto, en Carcassone, donde yo fui a hacer una portada para un disco de Edigsa. Debías haber bebido porque me acuerdo que saliste del baño disfrazada de momia, envuelta en papel de wc.

 

JULIETTE GRÉCO

Maruja: Tenia glamour La Nova Cançó?

Colita: Sí, tenia el glamour de la joventut y del talento [...] Eso sí, había que retocar un poco porque algunos bajaban de la montaña. Pero es que era normal, la palabra ‘sofisticado’ nació con Bocaccio. Antes no existía. Les quité las chirucas, les puse unos pañuelos bonitos… En fin, cosas de estas. Mi referente absoluto era la canción francesa.

Maruja: Aquí teníem la sort que al palau de la Música venia de tant en tant un bon cantat o una bona cantant francesa.

Colita: Els portava Oriol Regàs. Finalmente conocí a Juliette Gréco. La llevé al médico porque se quedó sin voz.

Maruja: en el penúltim premi Terenci Moix, ella, amb todo el papo, va dir que havia nascut l’any 40. Es va fer un silenci espectacular [Gréco va néixer el 1927].

Colita: Sí, mucho morro. Me parece que ya le daban cuerda por entonces, ese día del Terenci.

 

MAMÁ

Maruja: ¿Con qué dinero te compraste la casa de Begur? Va haver-hi un moment en què Begur es va posar molt de moda, amb la Guillermina Mota, la Teresa Gimpera i el Craig [Hill], i més gent. Jo era una visitante, ells eren la Gauche Divine.

Colita: Pues resulta que murió mi padre y yo era muy jovencita. Murió mi padre y hubo que vender su casa de La Garriga. Mi madre y mi abuela resulta que se quedaron sin un lugar de veraneo, y ellas habían veraneado toda su vida. Entonces yo le dije: ‘Mamá, dame la legítima’. Y me dio 300.000 pelas y me compré la casa de Begur. Y mi madre y mi abuela estuvieron con mis amigotes veraneando en Begur hasta que se murieron.

Maruja: ¿Y te ayudaron a decorarla?

Colita: Sí, sí, ponían flores.

Maruja: ¿Secas?

Colita: No, mamá robaba geranios.

Maruja: Yo recuerdo estar en esa casa con, cómo te diría yo, con…

Colita: ¿Qué había?

Maruja: Sí, esa cosa que te muerde en el cuello.

Colita: Murciélagos.

Maruja: Sí, murciélagos de papel.

Colita: Ah, de papel. ¡Eran palomas!

Maruja: No, tenías murciélagos y vírgenes encerradas en unos corazones de Jesucristo Superstar.

 

AZCONA

Maruja: Hubo una temporada que nos dio mucho por Alejandro Casona, hasta que se murió follando.

Colita: ¿Se murió follando?

Maruja: Todo esto pasó en Madrid. Estaba dirigiendo La Sirena Varada, o algo así. Y estaba con una actriz muy guapa, espléndida actriz, que ahora no me acuerdo de su nombre, que se tiraba por un balcón en una película de Fernando Fernán Gómez. Entonces él estaba fogleando con la actriz de su obra, que a su vez habíase tirado por un balcón en una pelicula basada en una novela de Echegaray, y Casona se quedó de un ataque al corazón en la postura del conill. Clar, la postura del conill, si us fixeu, fa una mica de zig-zag. Aleshores tal qual i així com es va quedar, el van asseure en una taula-camilla al camerino i van muntar una timba de pòquer amb els amics. Me lo contó Azcona.

Colita: Pues entonces es verdad, si lo dijo Azcona. A Azcona le conocí en Ibiza.

Maruja: No me puedo imaginar a Azcona en Ibiza.

Colita: Él estaba en Ibiza y yo había ido con las niñas del CIF.

Maruja: ¿Iba en traje de baño?

Colita: Bueno, yo lo conocí de noche, con el trío Los Panchos. Él se sentó en nuestra mesa, porque éramos tres guayabos absolutamente indescriptibles, y entonces fue a despedirme al barco.

Maruja: Pues a mí me trajo un libro de George Bataille al hotel cuando tenía gripe en París. Para que me matara a pajas.

Colita: ¡Oh! ¡Qué guarro!

 

LA GINECÓLOGA

Colita: Hay fotógrafos que te tocan la cara muy bien, pero hay otros que te la destrozan. Es como el médico.

Maruja: Yo diría que es como el ginecólogo.

Colita: Es que tú lo llevas todo al extremo del Bataille.

Maruja: Yo voy al mismo ginecólogo que la mujer del Junqueras.

Colita: Pues yo voy a una ginecóloga que es la mujer del Barril.

 

INTERVIÚ

Colita: Llegó un momento que la prensa se había pervertido. Interviú era ya de un amarillismo… Cuando murió el alcalde Viola, recuerdas qué desastre, recuerdo que me llamaron de Interviú porque yo vivía cerca, y me mandaron allí. Subí, no entré en el piso, me quedé en el rellano, salía la gente gritando de lo que vieron. Yo salí a un balcón, hice una foto muy buena de las ambulancias y los cuerpos entrando, todo rodeado de gente. Luego me llamaron de Interviú y me dijeron: “se los han llevado al Clínico. Tú podrías entrar con una bata que te van a prestar”. Yo yo dije, no, no, ni hablar.

Maruja: A mí me querían contratar para que me fuera a follar amb Luis Cantero en diferents models de cotxe, a veure a quin cotxe es follava millor. Eren aquells anys de bogeria. Vaig sortir plorant, professionalment.

Colita: Eliseo Bayo dirigía ‘Reporter’. Un día me dijo que tenía que ir con una periodista, una chica joven que acababa de salir del colegio, con unas tetas así, muy jovencita, que estaba dispuesta a todo. Eliseo nos mandó a Lérida a entrevistar a un alcalde fascista que se decía que tenía un campo de tiro en la montaña. Y nos llevó allí para ver si ella lo seducía o lo que fuera, y la llevaba a pegar tiros. Estuvimos allí, comimos con él. Era un garrulo, un garrulo que no te lo quiero contar. Pues venga, a servir vino. Yo, como conducía, me libré pero la tonta de las tetas le daba. Entonces, en un momento dado, después de comer, le dijo a ella: “Ven, vamos un momento al ayuntamiento que te quiero enseñar una cosa”. Y yo le dije: “Date por follada”. Se la llevaba al saló de plens a tirársela. Y llame aparte al alcalde. “Antes que te la lleves, quiero decirte una cosa: es epiléptica”. De verdad que así le salvé el virgo.

 

LA CAPU

Colita: La escuela de Barcelona, yo lo siento pero es que era de risa. Todo el rato hacían el Antonioni, el Godard y el no sé qué. Estaban todo el día borrachos y no se enteraban de lo que hacían. Pagaban a final de la semana, lo cual era estupendo, y se rodeaban de profesionales. Recuerdo cosas. Os voy a contar una historia de ‘Dante no es únicamente severo’, de Jacinto Esteva. Estábamos rodando en un bosque quemado de la Costa Brava. En una antigua masía, medio chamuscada. Estábamos rodando con Paco Rabal, un chaval que había hecho una película con Passolini y con Mijanou Bardot, que era la espantosa hermana de Brigitte Bardot.

Maruja: era la mujer de Patrik Bauchau. Era antipática, muy mala, mala, mala.

Colita: antipática y gilipollas.

Maruja: mala, mala.

Colita: bueno, y fea. Fea. Pero como era la hermana de la Bardot, la aguantaban.

Maruja: estava molt fotuda per ser la germana de la Bardot. És que hay que tener poca vista para contratar a la hermana fea de la Bardot.

Colita: Entonces, pues tenían a la Bardot con un traje blanco de Andrés Andreu dando saltos por el bosque.

Maruja: Todo el mundo entonces iba con un traje de Andrés Andreu dando saltos, todo el mundo, en todas las películas.

Colita: Se ensayaba un travelling súper largo a través del bosque, que subía y bajaba. Se estuvo todo el santo día para montar ese travelling haciendo pruebas con la otra dando saltos. Una cámara la seguía hasta llegar a una puerta. ‘pom pom’, y corten. La puerta, para que no se abriera, la sostenía un jovenzuelo a quien le llamábamos el ‘Fantasma’, porque era un fantasma. ‘Tú, aguanta la puerta, que no se mueva’. Se caía el día, ¡vamos a rodar, vamos a rodar que cae el día!’ Rodamos, rodamos: ¡Acción! La cámara nyigu-nyigu, nyigu-nyigu, la otra pum-pum, corriendo por ahí, llega a la puerta: pam-pam pam-pam. Se abre, sale el fantasma y dice: “¡qué pasa!”

Maruja: Rodaven molt per Barcelona. ‘Las crueles’ se rodó en una finca de un Sagnier, o algo así.

Colita: Sí, al final de Mayor de Sarrià.

Maruja: Yo recuerdo que llegaba Capucine con aquellos sombreros tan bonitos, con aquel maquillaje espléndido… Y entonces llegaba con bocadillos para los técnicos.

Colita: ¿Bocadillos? A mí no me dio ningún bocadillo. A mí me compró una leontina. La primera visión que yo tuve de Capucine fue una mujer muchísimo más alta que yo, con una pamela bellísima, vestida de negro, fantástica, vestida por Andrés Andreu. Para congraciarse con el equipo no se le ocurrió nada mejor que ir a una carnicería, comprar un par de kilos de filete y dárselos a unos rottweiler que estaban vigilando una camioneta. Ella guapa, divina, se quitó los guantes y filetes para los rottweiler. Era así la Capu.

Maruja: Sí, era muy buena tía. La pobre se tiró de un balcón en París.

 

EL PLATANITO

Maruja: Jo em vaig perdre els 80 a Barcelona. Jo crec que van acabar quan va morir Ocaña. Què passa?

Colita: La época de Ocaña fue divertidísima.

Maruja: Yo le cogí los principios cuando vendía perfumes en la Rambla. Y ese sí que cantaba peteneras y tanguillos de Cádiz.

Colita: Y te enseñaba el culo. A mí me impresionó mucho que se paseara por las Ramblas con Pamela y enseñando el culo a todo el mundo.

Maruja: La moral als anys vuitanta es va tornar més convencional. També hi havia la maleïda plaga de la sida.

Colita: Nadie sabía lo que era. Empezaron a haber bajas entre los amigos, entre los amigos de los amigos. Un día Pavloski me dijo: “Colita, me he quedado sin agenda”. Eso fue el ‘se acabó la fiesta’.

Maruja: Y la heroína, también estuvo la heroína.

Colita: yo hice un reportaje sobre un grupo de enfermos de sida, que tenían una ONG de rehabilitación de la Diputación. Conviví con ellos un año. Ya no queda ni uno, y todos de la jeringa. Cuando empezó lo de la jeringa no lo teníamos muy claro. Recuerdo que había un muchacho que se llamaba el Platanito, que robaba coches. Nos lo llevamos una noche para que nos enseñara cómo se robaba un coche, yo le hacía fotos.

Maruja: ¿Qué hicisteis con el coche?

Colita: No, él lo abrió y lo dejó abierto. No nos llevamos ningún coche.

Luego nos lo llevamos a cenar. Hablamos de la heroína. Él nos contó que se drogaba. Yo le dije ‘enséñame cómo va’. Me lo llevé al estudio e hice una sesión de estudió de cómo se pinchaba. Todos los pasos, uno por uno, de cómo se pinchaba. Y salió en Interviú y allí ya se enteró todo el mundo.

Maruja: Jo recordo abans del 79, ser a casa d’uns amics, anar a fumar-me un canuto, un dissabte a la tarda per després anar al cinema i comprar una vànova a la plaça Universitat. I veig que treuen “una droga nueva”, una jeringuilla. I la comencen a voltar. Ningú sabia res. En aquella habitació havia 8 ó 9 persones, i jo sóc l’única que està viva.

Colita: ¿Pero te llegaste a pinchar?

Maruja: ¿Yo? Con un canutico estaba la mar de feliz. Pero si yo quería ir al cine y a comprar una colcha. Es esa cosa práctica que siempre me salvó.

Categoría: Cultura | 14 mayo, 2014
Redacción: Cristian Segura
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