“El Taller” de Francisco Artigau

La Sala Vinçon expone el cuadro de gran formato "El Taller" Francisco Artigau y su fascinante proceso de elaboración que ha durado un año.

“El Taller” es el tercer cuadro de una serie de gran formato pintado por Francisco Artigau. Un proceso de elaboración minucioso y cambiante que empezó con la calle Sant Pere Més Baix, y luego El Mercado de Santa Caterina tras la reforma, con su gran ajetreo de comerciantes y clientes.

Finalmente, “El Taller” de Artigau recuerda el cuadro de Courbet, con un niño y un gato que juega con la sábana que ha resbalado de la cadera de la modelo desnuda. Pero no se trata de una recreación ni de un homenaje a la pintura. Cuando hacía de profesor de dibujo en la escuela Eina, pasó muchos ratos retratando gente que dibujaba y ahora que ha trasladado las clases en su taller, los sigue retratando. Al pintor le interesa captar el posado de atención y concentración de sus alumnos.

A la hora de plantear un cuadro de estas grandes dimensiones (5,19 x 1,90 metros de pintura), trabaja las relaciones internas dentro del cuadro: hay un juego de miradas, de complicidad y de atención. En la escena aparecen alumnos, amigos pintores, el hijo y los nietos. Dos perros que tuvo y que ya están muertos observan a través del bosque de brazos y piernas. También sale una perdiz porque en este tipo de composiciones siempre tiene que haber una perdiz, según Artigau.

Durante el largo proceso de elaboración, cada día, cuando terminaba el trabajo, hacía una fotografía del cuadro. Con todas esas imágenes juntas se montaba en un morfing, produciendo un efecto fascinante con personajes que aparecían y desaparecían, que cambiaban de postura, y donde el espectador ponía plena atención para ver en qué momento los modelos se giraban o en qué momento aparecía el croissant sobre la mesa.