La mirada del autor
La cuarta edición del D'A (Festival Internacional de Cine de Autor de Barcelona) es una excusa perfecta para reflexionar sobre la importancia del realizador en nuestros días.
Quizá el Festival Internacional de Cine de Autor de Barcelona comenzó hace cuatro años, pero su concepto viene de lejos. Podríamos remontarnos a Charles Chaplin, pero entenderemos mejor el significado de “cine de autor” si viajamos en el tiempo hasta 1951, cuando nació la revista francesa Cahiers du Cinéma. En ella, su editor Éric Rohmer y colaboradores como Jean-Luc Godard, Claude Chabrol y François Truffaut (los padres de la Nouvelle Vague) defendieron a capa y espada la mirada del realizador por encima de un cine demasiado literario, y atacaron el protagonismo del guión frente a la importancia de la puesta en escena. Argumentaban que la mirada de un verdadero autor debía reconocerse incluso en una mala película. Los postulados la Nouvelle Vague se hacen sentir, por ejemplo, en una de las favoritas de la pasada edición del D’A, Frances Ha de Noah Baumbach.
De vuelta a 2014 comprobamos como la mirada del realizador se empaña en los grandes éxitos de masas que dominan la industria del entretenimiento: por una parte en los blockbusters, cuyos directores acostumbran a ser mercenarios al servicio de un estudio dominante y de la obra de autores de otros medios que deben adaptar a la gran pantalla; por otra parte, también en las prestigiosas series de televisión se diluye la figura del director, aquí un mero técnico al servicio de un guionista/ productor ejecutivo/ showrunner como David Chase (Los Soprano) o Matthew Weiner (Mad Men). Dentro de la industria quedan, no obstante, autores con mayúsculas emparentados con los Hitchcock o Hawks adorados por Cahiers du Cinéma: serían los hermanos Cohen, Quentin Tarantino o Paul Thomas Anderson junto a veteranos con mucho que decir como Martin Scorsese o los no-tan-indies Spike Jonze o Wes Anderson. Ellos son la prueba de que el autor puede domesticar a la bestia de Hollywood. Más allá de Estados Unidos y su industria tenemos también autores de renombre cuyo talento se ha dejado sentir en pasadas ediciones del D’A: Michael Winterbottom, Claire Denis, Takeshi Kitano, Guillaume Canet o Cristian Mungiu, cada cual en su liga particular, son ejemplos de que la mirada del autor aún tiene mucho que mostrar.
Ahora tenemos diez días para disfrutar de miradas únicas. La inauguración del D’A 2014 el día 25 de abril vendrá de la mano de la directora y actriz Valeria Bruni Tedeschi, que presentará su tercera película como directora, Un castillo en Italia, película con toques autobiográficos que formó parte de la competición oficial del último festival de Cannes. Para la clausura del 4 de mayo disfrutaremos de una de las últimas sorpresas del cine catalán: 10.000 km de Carlos Marques-Marcet, que ha triunfado en festivales como el SXSW de Austin o el de Málaga, donde ha ganado la Biznaga de Oro a la mejor película y los premios a la mejor actriz, mejor dirección y guion debutante. Ellos y el resto de autores nos ofrecerán miradas que contarían con el beneplácito de Éric Rohmer y su equipo, miradas frescas y personales, miradas que quieren ser el centro de todas las miradas.