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Hoy triunfa más la idea de transformación, donde nada es nuevo verdaderamente aunque pueda llegar a parecerlo.
Najwa Nimri, Alba Flores, Anna Castillo son ellos, el núcleo duro de la conocida pandilla Rat Pack durante los sesenta. Ella se ha metido en la piel de un ya maduro Sinatra y además lo ha convertido en vampiro. “Drac Pack”, es la obra coescrita, y dirigida musicalmente, además de interpretada, por Najwa Nimri. En un primer momento, no tenía previsto subirse al escenario, pero finalmente lo hizo y como Frank Sinatra. Del 5 al 7 de mayo se podrá ver el espectáculo en el Teatro Tívoli de Barcelona, podéis comprar entradas haciendo clic en el enlace.
Una metáfora sobre el éxito con la música como columna vertebral del espectáculo con magníficas adaptaciones de canciones como “Blue Moon”, “Diamonds are The Girl’s Best Friend” o “I’ve Got You Under My Skin. Bajo la dirección de Fernando Soto las cuatro chicas revisitan un clásico de un modo distinto a como se hace en Las Vegas o Benidorm.
En su último show, Sinatra, que es un vampiro, junto con sus amigos, Dean Martin y Sammy Davis Jr., que también lo son, hacen elegir a una bellísima aspirante, Marilyn Monroe (Kimberly Tell), entre ser la mujer más deseada del planeta o una bella norteamericana de a pie, entre transformarse en un vampiro o seguir siendo una adorable criatura, entre la luz de los focos o la luz del sol. Con Najwa Nimri hemos hablado sobre eso.
¿Qué entiendes por éxito?
Para mí el éxito, la fama y el dinero son cosas distintas. La fama es mesurable, objetiva y tiene que ver con el reconocimiento. Eres famoso si la gente te conoce.En cambio, el éxito es algo personal y subjetivo. Lo que uno puede percibir como exitoso, otro puede sentirlo como un fracaso estrepitoso. Yo lo entiendo como tener a mi círculo cercano unido y fabricar un día a día bonito.
Y poderoso caballero es Don Dinero. El dinero es lo que es, y no entiende de relatividades. Lo que sí es subjetivo es la cantidad que uno necesita, no tanto para vivir, sino para sentirse realizado. Por desgracia, está demostrado que ser pobre es la peor enfermedad que ha asolado la tierra.
Hablando de dinero. Soñar es gratis, pero cuando los sueños se cumplen hay que pagar un precio. De eso va “Drack Pack”: elegir entre la luz de los focos o la luz del sol. ¿Con qué te quedarías?
Hoy es uno de esos días en los que me quedaría con la luz del sol. Todo lo que me han dado mis compañeros de reparto, la compañía, el productor, eso es luz del sol. Pero hay muchos otros días con los que quedaría con la luz de los focos, que me convertiría en vampiro. Me encanta todo lo que supondría transformarme en uno.
¿Cómo acabaste siendo el vampiro Sinatra?
Al principio, le dijimos a Alba que interpretara a Sinatra pero insistió en que lo hiciera yo. No cogí el personaje de Frank por identificación, fue por descarte. Soy la más mayor, y creo que eso también marcó la decisión.
Cuando la obra todavía se estaba cociendo, el actor que tenía que asumir ese papel no pudo seguir con el proyecto. Al final, acabamos siendo tres mujeres metiéndonos en la piel del Rat Pack.
En concreto, en la piel de Dean Martin (Alba Flores) , Sammy Davir Jr. (Anna Castillo) y Frank Sinatra (tú), el núcleo principal del grupo.
Durante la obra no decimos nuestros nombres. El espectador ve que estamos interpretando a hombres pero en ningún momento lo declaramos. Es como si no tuviésemos sexo. Eso nos sitúa en una especie de híbrido entre hombre y mujer, y a la vez nos aleja de los arquetipos que pueden llevar a relacionar nuestro show con un musical que se puede ver hasta en Benidorm –porque ahí llevan haciendo este espectáculo toda la vida.
Supongo que eso también le ha dado un toque humorístico. El sentido del humor en los 50 era muy formal.
Sí, pero también hemos querido mantener el formalismo. Eso es precisamente lo moderno, no querer salirse de la estética y de la forma de la época. Hemos adaptado algunas bromas; contrarrestado otras con momentos de reflexión profunda que nada tienen que ver con lo que ellos decían; y preservado algunas que no hacían gracia, pero con las que la gente se troncha.
¿Por ejemplo?
Hay un momento en que una de las actrices dice: “Quiero dedicarle este premio a la Asociación para el Progreso de la Gente Inmigrante”. Es de una estupidez enorme pero en el contexto de la función y el momento en el que lo decimos tiene gracia, o por lo menos, surte efecto con el público.
En la obra no eres solo Sinatra, también eres la coautora y directora musical, entre otros. ¿Prefieres el set o el escenario?
Depende. Soy más de “burbuja”: de estar dentro del estudio o en un set de rodaje. Es más íntimo. Con la música, terreno al que me dedico, ya he roto esa “barrera de intimidad” para actuar delante de un público. Me siento muy cómoda en el campo de la música y el hecho de que “Drac Pack” vaya de eso me lo ha puesto fácil y me ha hecho sentir muy cómoda. Reconozco que para aceptar un papel de puro texto en teatro, tendría que sentirme muy atraída por la obra.
La crítica ha alabado la música de “Drac Pack” pero el texto no ha caído tan bien…
Es una obra con voluntad de ser un viaje musical, jamás textual. Si hubiera fracasado la música, hubiera fracasado la obra. Me estoy dando cuenta de lo complicado que es mezclar texto con música. Creo que de alguna manera estamos puliendo la obra todavía, seguimos buscando el equilibro perfecto entre la parte musical y el texto.
¿A qué personaje te gustaría interpretar próximamente?
Me gustaría interpretar lo próximo que estoy coescribiendo. No sé muy bien lo que va a ser, ni si voy a estar en el reparto, pero lo que salga estará bien. También me gustaría interpretar a un personaje muy cómico, clásico o histórico, algo con lo que tenga que hacer un esfuerzo muy grande de caracterización para acabar metiéndome en la piel de alguien al que todo el mundo reconoce. Ese sería un gran reto del que me gustaría ver si soy capaz.
De momento, ya has estado en la piel de Lila, tu personaje en la nueva de Vermut, “Quién te cantará”.
Sí. Lila sufre un grave accidente justo cuando preparaba su vuelta triunfal a los escenarios.
Éxito, escenarios… ¿Qué más tiene en común con “Drac Pack”?
Ha sido una casualidad, pero de alguna manera es una historia casi vampírica. Tiene que ver con el éxito pero para hablar de la identidad, que no es precisamente el tema de “Drac Pack”.
A lo largo de tu carrera has ido combinando la música y la interpretación. ¿Des cuál crees que se vive mejor el éxito?
Siempre desde la música. En el campo de lo dramático, creo que tanto el éxito como el fracaso se viven mejor si se va acompañado.
Hoy triunfa más la idea de transformación, donde nada es nuevo verdaderamente aunque pueda llegar a parecerlo.
No existe un mundo perfecto único, varios modelos conviven y se yuxtaponen. En la mezcla de ideas está el valor.
Esta colección se dedica a esas ansias de vivir la vida al máximo para acabar en el hoyo. Una galería fotográfica de Bernat Rueda.