REALITY BITES
Paseo de Gracia es una gran calle donde no sólo hay tiendas de lujo, la Bolsa, oficinas y hoteles, aunque parezca mentira, sí, también vive gente. Creédme, soy vecina.
Y aunque muchos, en la distancia, piensen que esto de vivir en una calle modernista del centro es un lujo y un privilegio, que en parte lo es, las cosas no siempre son tan bonitas como parecen ni tan fantásticas como revistas de arte, moda y cultura como ésta nos hacen creer. Y es que nadie es perfecto…
Veréis, en mi opinión, Paseo de Gracia es una calle ideal para mudarte después de cualquier ruptura. Esto es bueno, una calle bonita y un espacio bello siempre alegra, y cuando digo cualquiera es, cualquiera, se trate de una ruptura generada o sobrevenida, Paseo de Gracia lo cura todo.
¿Que estás triste y no te gusta llamar la atención? ¡Fantástico!, es una calle suficientemente ancha como para tirarte bajo las ruedas del bus y no molestar a los carriles contrarios.
¿Que tienes ganas de montar el numerito y que hasta tu ex-suegra se entere? Puedes optar por el raíl del tren de cercanías o el metro si lo prefieres y bloquear el transporte urbano de la ciudad.
¿Que te sientes culpable porque se la pegaste y eres un mal bicho? Gracias a tu Visa o Mastercard puedes arruinarte en Vuitton, Hermès o Rabat de 10h a 21h non stop y aplazar los pagos hasta que te jubiles a un razonable interés del 21%.
Como os decía, todo en una calle, ¿qué más se puede pedir?.
Que conste que con esto no quiero decir que todos los vecinos del Paseo seamos gente rara, pero ciertamente algo raro hay que ser para vivir en pleno centro. Porque sinceramente, por mucho que digan, no todo son ventajas, y es que cuando un nuevo vecino llega al Paseo, o alguna calle contigua, hay cierta información que nadie comenta pero que hay que saber porque es de vital importancia.
Afortunadamente www.paseodegracia.com es una revista que piensa en todo, así que en esta columna descubriremos la realidad y el día a día del Paseo. En la próxima entrega, una nueva persona importante en tu vida: tu conserje.