Puestos a buscar un alimento fundamental en la dieta mediterránea, hay pocos con más aceptación que el pan. Y es que ya lo dice Eduard Verdaguer fundador de la plataforma Panàtics (el nombre habla por sí solo, ¿no?), esto del pan no es una “moda pasajera” como el ramen o el aguacate, sino una tradición culinaria milenaria. Ante la irrupción de cadenas despersonalizadas como 365, Granier y demás, hay hornos que siguen tratando el pan como un arte en sí mismo, y desde el organismo han desarrollado una lista, la de las 80 mejores panaderías de España, que pretende poner al producto en el lugar que se merece.

Los organizadores de Panàtics llevan todo 2019 recorriéndose los rincones de la península para buscar cuáles son los establecimientos que hacen el mejor pan de calidad. ”A través de un jurado profesional, se han hecho valoraciones a ciegas para determinar qué panaderías merecían una distinción especial por su producto”, decía para La Vanguardia. En total, se han probado más de 900 panes de toda España, valorando factores como el aspecto exterior del pan, la corteza y la miga. De hecho, después de la cata volvían al local para visitarlo de forma anónima y valorar que el producto y el trato con el cliente eran los correctos.

El premio gordo ha caído en el Forn de la Rambla, de Vilanova y la Geltrú, mientras que el segundo ha sido para el Fornet de la Soca, de Palma de Mallorca. En tercera posición aparece el Forn Elias, de la calle Rogent de Barcelona. La capital catalana, de hecho, cuela hasta 13 panaderías en el top 50. Aquí te contamos sobre las mejor posicionadas.

Forn Elias (tercer clasificado)

Hace poco, Forn Elias alcanzaba su centenario, después de que este negocio familiar abriese sus puertas en 1917. Ubicado al final de la bulliciosa calle peatonal de Rogent, tocando Fresser, la panadería ha tenido al frente a cuatro generaciones. Pocos panes artesanales más sabrosos vas a encontrar aquí, pero su apuesta por los dulces es especialmente potente (quizá por tener un gran colegio al lado). Hay cocas de recapte con rellenos alucinantes, rosquillas, madalenas y más.

Baluard (séptimo clasificado)

Su apertura es relativamente reciente, pero en pocos años ha conseguido convertirse en un clásico de Barcelona. Con varios locales ya, pero siendo los más conocidos los de la Barcelona y el Hotel Praktik, la panadería de Anna Bellsolá ofrece una estampa casi insólita: siempre hay cola que se alarga hasta más allá de fuera del local. Claro que su amplia variedad de panes artesanales (más de 40) son motivo suficiente para dejarse ver por ahí.

Forn Mistral (noveno clasificado)

Buen año para las gentes del Mistral, que además de abrir este verano un nuevo local en Gràcia, han conseguido colarse en el top ten del listado con su propuesta de proximidad y calidad por encima de todo. Pero el Mistral, emblemático local de la Ronda Sant Antoni es mucho más que un negocio familiar que sirve un pan que te abrirá las puertas del cielo, sino que su brioxeria juega directamente en otra liga (¡esos croissants de chocolate!).

Cloudstreet Bakery (decimoquinto clasificado)

Contra las prisas de los tiempos modernos, la calma, dedicación y mimo de locales como el Cloudstreet. Cuentan que hacen el pan como hace 100 años, es decir, masa madre, horno de leña, usando harinas orgánicas y, claro, las manos. Su enfoque orgánico le ha merecido gran reconocimiento en los aledaños del Hospital Clínic, donde se ubica. Lo suyo es pan hecho, casi literalmente, con amor.

El forn de la lola (decimosexto clasificado)

Sant Antoni es mucho más que gentrificación, y El forn de la lola es uno de los muchos motivos para no perder la esperanza en uno de los barrios históricos de la ciudad. Llevan poco más de un año abiertos, pero se han convertido en uno de los claves básicos para los amantes del pan que prefieren la calidad por encima de la cantidad de oferta. Y aparte de una barra de cuarto, deberías salir con un paquete de churros con crema. Vas a llorar.