Visión anarquista de la Guerra Civil
El Arxiu Fotogràfic de Barcelona presenta una exposición centrada en la gráfica anarquista del conflicto bélico.
Tras la caída de Barcelona el 26 de enero de 1939 se inició “la franquización” de la ciudad que tuvo una interesante vertiente en el nomenclátor. Las calles de siempre cambiarían una vez más de nombre según el gusto de los vencedores aunque, como veremos, los criterios usados no fueron siempre los más idóneos para esos objetivos.
UNOS PRIMEROS CAMBIOS NO OFICIALES
Antes de que, de forma oficial, el Ayuntamiento tomara una decisión sobre los nombres de las calles, hubo una serie de cambios importantes tal y como explicaban Josep Maria Huerta Claveria i Jaume Fabre en su fantástico libro, Las calles de Barcelona, estos primeros cambios no fueron finalmente aceptados pero ya eran un buen ejemplo de cómo el nuevo régimen pretendía hacer tabla rasa con el pasado. Así Paseo de Gràcia sería el Paseo del General Mola, la Plaza Catalunya sería la del Ejército Español, la Via Laietana (Durruti durante la guerra) sería la de José Antonio o la actual plaça Francesc Macià la del Ejército marroquí.
PURGANDO EL NOMENCLÁTOR
Una primera resolución se tomó pronto, el 25 de febrero de 1939 (un mes después de la caída de Barcelona), cuando se creó una comisión para cambiar los nombres de las calles y así “honrar a los héroes y mártires de la Patria y borrar el recuerdo del paso de la horda por Barcelona, que la mancilló con nombres de indeseables y de extranjeros, restableciendo, además, los nombres tradicionales de la ciudad”. La comisión el 7 de marzo decidía “retrotraer el nombre de todas las vías y plazas de nuestra ciudad al que tenían antes del 14 de abril de 1931”. Una decisión que aunque parecía ideal iba a necesitar de una revisión caso por caso ya que los nombres que se restablecían a veces eran tan inadecuados según el punto de vista franquista como los que se restablecían.
SE MANTUVIERON PAU CASALS Y EL DOCTOR ROBERT
Esta eliminación de los nombres puestos por el Ayuntamiento republicano y su sustitución por los anteriores a 1931 tuvo un par de casos curiosos.
Uno es el Pau Casals. A principios del año 30 se dio el nombre del violoncelista a una nueva calle abierta en la Verneda y poco después en 1934 se le dedicó la hasta entonces había sido la Avinguda Víctor Hugo que unía la Diagonal con el Turó Park y la de Verneda se dedicó al escritor Cristòfor Domènech. El cambio del 7 de marzo suponía que Pau Casals debía dejar paso de nuevo a Víctor Hugo pero la calle de la Verneda recuperaba la figura del músico, antipático para el régimen que le multaría con 5 millones de pesetas por la ley de responsabilidades políticas. Como Víctor Hugo no gustaba al nuevo régimen en mayo se le dio el nombre de General Goded pero se le escapó que la Verneda había una calle dedicada al violoncelista que se mantuvo hasta que en 1961 la calle y la barriada pasaron a Sant Adrià.
Con el Doctor Robert pasó algo similar, tenía una calle dedica en Horta y en 1932 se le dedicó al doctor Robert una parte de la calle de Marina con lo que la calle de Horta de dedicó al escenógrafo Maurici Vilomara. En 1939 se le quitó el nombre de doctor Robert para volver a ser Marina a la vez reaparecía su nombre en Horta, pero fueron hábiles y pocos años después eliminarían del nomenclátor la figura del ilustre alcalde recuperando en Horta al escenógrafo ahora como Mauricio Vilumara.
NUEVOS NOMBRES SIGNIFICATIVOS
A la vez que se recuperaban los nombres anteriores a la República algunas de las principales calles de la ciudad también se rindió homenaje a aquellas personalidades más destacadas del nuevo régimen, especialmente a los “héroes y mártires de la Cruzada”, se recordarían los conceptos relacionados con el nuevo régimen y se también personalidades históricas más cómodas para los nuevos gobernantes. La lista, curiosamente, no es demasiado larga aunque sí muy significativa. Los primeros cambios se produjeron poco después de la entrada en Barcelona
Al GENERALÍSIMO FRANCO, se le dedicó la DIAGONAL que dejó de ser la Avenida del 14 DE ABRIL (la fecha de proclamación de la república)
Avenida de JOSÉ ANTONIO PRIMO DE RIVERA fue el nombre que se dio a la GRAN VIA DE LES CORTS CATALANES
Avenida de la VICTORIA, “en recuerdo de la victoria del Ejército del Generalísmo contra el comunismo” fue el nombre que se dio a la Av. de PEDRALBES
al GENERAL MOLA (líder del golpe de Estado del 18 de julio muerto en accidente en 1937) se dedicó la parte alta del PASSEIG DE SANT JOAN, desde Diagonal a Travessera, que durante la República se llamaba JUAN GARCÍA HERNÁNDEZ (militar que encabezó el levantamiento republicano de Jaca en 1930) pasó a llamarse
a VICTOR PRADERA (intelectual franquista muerto en San Sebastián al iniciarse la guerra) se dedicó el que durante la República era el paseo FERMÍN GALÁN (militar que encabezó un levantamiento republicano de Jaca en 1930) y que hoy es el passeig LLUIS COMPANYS
A CALVO SOTELO (político asesinado poco antes del alzamiento militar) se le dedicó la actual PLAÇA FRANCESC MACIÀ, entre Diagonal y Urgell, una plaza que durante la República fue dedicada a ALCALÁ ZAMORA (primer presidente de la república) y con la guerra se llamó dels GERMANS BADIA (Josep y Miquel miembros de Estat Català asesinados por pistoleros de la FAI en 1936)
La VICTÒRIA tendría una nueva dedicación en la antigua plaza donde confluyen Passeig de Gràcia y Diagonal, els CINC d’OROS, coincidiendo con la sustitución de la alegoría a la República de Viladomat por la alegoría de la Victoria de Marès en el obelisco
Al GENERAL GODED (líder del golpe de Estado del 19 de julio en las Baleares, pasó a Barcelona, donde fue detenido, juzgado y fusilado en el Castillo de Montjuïc) se le dedicó la avenida que unía Diagonal con el turó Park y que se había dedicado, y aún lo está, a PAU CASALS
Al GENERAL SANJURJO (líder del golpe de Estado del 18 de julio fallecido en accidente en 1936) se le dedicó la calle SABINO DE ARANA (ideólogo del nacionalismo vasco) y que hoy está dedicada a PI I MARGALL (presidente de la I República)
Al OBISPO IRURITA (obispo de Barcelona al inicio de la guerra, desaparecido y dado por muerto) se dedicó el actual carrer del BISBE que durante la república había sido dedicado a GARCÍA LORCA
El nombre del PÁRROCO JULIANA (sacerdote de la Sagrera muerto en 1936) sustituyó en Sant Andreu al de LLOBREGAT, aun conserva el nombre que se le dio en 1939 aunque como mossèn en lugar del párroco.
NUESTRA SENYORA DEL PORT “con el fin de conmemorar la natividad de Nuetra Señora” fue el nombre que recibió la carretera DEL PORT en la Zona Franca
Se dio el nombre de Avinguda de ROMA que aún se conserva a la entonces Avinguda de la GENERALITAT, que se había llamado Diagonal del Ferrocarril.
También BERLÍN fue el nombre con que se bautizó la entonces calle INDÚSTRIA, continuación de París, de esta manera las capitales de los dos aliados naturales del franquismo quedaron en el nomenclátor ciudadano y aún se mantienen, desprovistos de toda carga ideológica
A GARCIA MORATO (heroico aviador del ejército franquista muerto poco después de la guerra en un accidente en una exhibición aérea) se le dedicó la actual AVINGUDA DE LES DRASSANES
En la barriada de la Salut, en el llamado barrio de los periodistas, los nombres de PABLO SAÉZ DE BARÈS, ESTANISLAO RICO ARIZA Y JOSÉ MILLÁN GONZÁLEZ sustituyeron, respectivamente, a GÜELL I MERCADER, PERE SALA y POMPEU GENER, con la democracia sólo volvió a recuperarse el nombre de Pere Sala mientras que los otros dos cambios se mantienen
El nombre de VIA LAIETANA se extendió por el Eixample sustituyendo al de PAU CLARIS (president de la Generalitat durante la Guerra dels Segadors) que curiosamente conservó el nombre en una pequeña calle del Poble Nou. Sobre los nombres relativos a la Guerra dels Segadors resulta curioso que en el Eixample no se tocaran las calles FONTANELLA (conseller en cap), ni TAMARIT (uno de los jefes militares), ni tampoco la del 26 DE GENER en Hostafrancs, en recuerdo de una batalla de 1641, que se conservó ya que se identificaba con la fecha de la entrada de las tropas franquistas. También sorprende que en el Eixample los nombres incómodo para el nuevo régimen de TAMARIT o CASANOVA (del que se eliminaba el monumento) se mantuvieran, seguramente ya que nadie los identificaba con los defensores de la ciudad durante la Guerra de Sucesión.
El nombre de UNIFICACIÓN “para conmemorar la unión de los partidos Falange y Tradicionalistas cuando el glorioso Movimiento Nacional” fue el que se tomó la actual PLAÇA REVOLUCIÓ DE SETEMBRE DE 1868 (la Gloriosa que derrocó a Isabel II)
el VIRREY AMAT (virrey del Perú entre 1761 y 1776) fue el nombre que desde época franquista lleva la antigua PL. SALVAT PAPASSEIT (poeta vanguardista) que hoy tiene una avenida dedicada en el barriode la Barceloneta donde vivió unos años
A RAMIRO DE MAEZTU (intelectual) se le dedicó el nombre del carrer ROBERT ROBERT en el Carmelo y aún lo conserva
El nombre de DIVISIÓN AZUL se dió a la carretera que desde Miramar permitía el acceso al castillo y años después se trasladó a las inmediaciones del Camp Nou, la calle que hoy se denomina ARÍSTIDES MAILLOL
El nombre de NACIÓN La que era conocida como carrer LA INTERNACIONAL (himno revolucionario internacionalista) pasó a denominarse calle de la que aún se mantiene en el districte de Sant Martí
El carrer actual carrer de Sant Montjuïc llamado de la AUTONOMÍA (por la autonomía cubana que supuso el fin de la guerra) y que antes se había llamado de la Libertad, pasó a llamarse de la UNIDAD
el SECRETARIO COLOMA (siniestro personaje relacionado con los reyes Joan II y Fernado el Católico y que se relacionó con la Inquisición) dejó paso a PAU ALSINA (dirigente obrero que tuvo un papel destacado en la revolución de 1868)
Especialmente significativo de todos estos cambios fue el que el nombre de MOVIMIENTO NACIONAL fuera a parar a la calle que hasta entonces se denominaba, y aún lo está, DEMOCRACIA en Sant Martí
Si quieres saber más sobre los símbolos del franquismo haz clic aquí
El Arxiu Fotogràfic de Barcelona presenta una exposición centrada en la gráfica anarquista del conflicto bélico.
Escondida en la ciudad encontramos los restos materiales de muros, calles, tumbas y acueductos de la hija de Roma.
Ahora que Barcelona sale a la calle para reivindicar sus derechos recordamos una gran victoria de la clase obrera.
Un repaso a los orígenes de la emblemática arteria, desde finales del siglo XIX a la Guerra Civil.