Visión anarquista de la Guerra Civil
El Arxiu Fotogràfic de Barcelona presenta una exposición centrada en la gráfica anarquista del conflicto bélico.
De entre las grandes vías barcelonesas destaca la Avinguda del Paral·lel. Es una vía de comunicación importante en el punto de unión del Poble Sec, el llamado barrio chino, la parte baja del Raval, y el barri de Sant Antoni. Debe su nombre al hecho de coincidir con el paralelo terrestre 41º 22′ 34′’. Se extiende pues de este a oeste. Así sería hermana de la Avinguda de la Meridiana que transcurre de norte a sur. La vía tiene su biografía en un excelente libro El Paral·lel, historia d’un mite, escrito por un vecino curioso, Miquel Badenas i Rico. Un tipo estupendo que nos dejó escritas sus formidables investigaciones.
UN PARTO DIFÍCIL
Nos explica en su documentado libro que el Pla Cerdà proyectaba allí una amplia avenida de 50 metros de anchura. Los propietarios del terreno se negaron a edificar con esos criterios, tal anchura malbarataba sus terrenos, y propusieron estrecharla a 40 m. Si no eran aceptadas sus condiciones no edificarían. Como la vía no prosperaba el Ayuntamiento aprobó en los sucesivos años dos normativas que acabarían por marcar el carácter posterior de la vía.
En 1883 se aprueba la Ley de casas porticadas que permite la construcción, en la planta baja del “porchado”, un espacio de la calle cubierto de siete metros de altura y una profundidad de 5 metros desde la columnata exterior y la entrada a la escalera interior. Algunas parcelas adoptaron estos 40 metros sólo a partir del primer piso pero la vía presentaba aún un aspecto a medio construir y para animarlo el Ayuntamiento aprobó la Ley de cubiertos y barracones a precario en 1902 por la que siempre que no se destinara a viviendas se podía construir usando básicamente madera y lonas.
Una vía con pocas casas y en la que se facilita la construcción de edificios destinados a actividades no residenciales llevó a que se acabara especializando en el mundo del entretenimiento que hasta entonces se concentraba en lo terminaría siendo la Plaça Catalunya, entonces popularmente denominada plaza de “los obstáculos”, de “los anuncios” o de “los saltimbanquis”. Con la decisión de monumentalizar la Plaça Catalunya el Paral·lel abre la puerta al mundo del espectáculo.
caricatura de Alegret y Picarol, l’Esquella de la Torratxa
EL PARALELO DE LAS DIVERSIONES
Hace ya más de cien años, en la primera década de siglo, abrieron sus puertas en unos escasos 600 m del tramo central del Paralelo hasta una treintena de locales dedicados al espectáculo. Una oferta única en la época y una larga lista que hace imposible extenderse en cada uno. Para saber más hay que buscar en lo que cuenta el sabio Miquel Badenes.
La lista empieza con el Teatro Circo Español Modelo que pronto quedará sin el adjetivo modelo y más tarde sin el nombre circo. Se inauguró en 1894 y al poco de abrirse, se trasladan allí, desde la Plaça de Catalunya, los espectáculos del Circo Ecuestre Alegría y Chiesi y los diversos barracones de feria que le acompañaban. Empezó con espectáculos de circo que simultaneó con conciertos y zarzuelas. Ofrecía pases de espectáculos en diferentes sesiones los sábados y domingos, a precios populares. Hoy, tras más de un siglo siendo testigo de los cambios en la vía y haber acogido la discoteca Studio 54, es la Sala Barts y el Café Español que sigue a su lado.
El segundo de la lista es el Teatro Delicias inaugurado en 1900 con zarzuelas y que fue cambiando de manos y nombres. Se llamó después el Lírico, más tarde el Talía y al final se llamará como su propietario Martínez Soria. Derribado en 1988, hoy es un triste solar cerrado por vallas y anuncios, en la esquina con el carrer Borrell.
El tercero segundo, aún se mantiene, entonces un local modesto, el Pabellón Soriano, abierto en 1900 por los hermanos Manuel y Ricardo Soriano, pensado en un principio para subastas y que se dotó de un escenario que acabaría siendo el elemento esencial por lo que pronto el pabellón pasó a ser teatro. En 1916, al desaparecer los hermanos, sería reinaugurado como Teatro Victoria, donde sus principales estrellas serán Elena Jordi y Josep Santpere. Hoy es la nueva casa del Mago Pop.
A estos los teatros hay que sumar los music halls y café concerts, locales con entrada libre que ofrecían consumiciones a cambio de actuaciones de magos, payasos, ventrílocuos o hipnotizadores y sobretodo música con aminados tríos y cuartetos. Nos encontramos, en este Paral·lel de hace un siglo, con el Café Cervecería La Puda Seca, junto al carrer Salvà, el Café Salón Condal , en la esquina con Tapiolas o el Café Lyonés, entre el Paral·lel y Nou de la Rambla y que cuenta con una larga historia que incluye una bomba (en 1920) cuando era el Pompeya después de haber sido El Paraíso, Le Trianon (nombre que reaparecerá años después en otro local) y Gayarre.
De entre todos los music halls destacará El Molino, inaugurado en 1899, en Vilà i Vilà junto al carrer Roser, como La Pajarera Catalana y después Gran salón del Siglo XX, hasta que en 1910 su fachada se decoró con unas aspas para honrar su nombre y se reformó su interior con una estética irrepetible. Mantuvo su esencia durante años con los inolvidables Mirko, La Bella Dorita, Johnson o Escamillo. A punto de desaparecer, sus aspas siguen girando.
Aparte de las actuaciones en el escenario la animación era continua en la calle. Si algo era atractivo en la vía eran las terrazas, repletas de clientes apiñados alrededor de las mesas. La terraza del café Español y sus locales vecinos ocupaba toda la extensión de la calle desde Nou de la rambla a la Ronda de Sant Pau.
La suma de locales sigue con el Teatro Olympia, abierto en 1901, al lado del Español, y que no hay que confundir con el Teatro Circo Olimpia que años más tarde surge en la calle Aldana. Tuvo una vida breve y al cabo de pocos años fue absorbido por la ampliación del Café Español.
El Teatro Nuevo, inaugurado también en 1901 enfrente del Español, se añade a la familia teatral del Paral·lel. Se mantendrá años después como salón de cine para desaparecer en un incendio y convertirse en un conjunto de viviendas.
También se suman a la oferta dos nuevos music halls el Salón Venus y el Trianón, ambos situados entre el Nuevo y el Victoria, supusieron que se llenara completamente un lado de la via.
En 1903 se suma a la lista el Teatro Arnau que lleva en nombre de su propietario. Eran famosas las actuaciones de variedades, destacando las cantantes, entre ellas la bella Raquel Meller, a la que se homenajea con una escultura de La Violetera, la protagonista de uno de sus más famosos couplés. Cerrado en el 2004, hoy propiedad del Ayuntamiento, cuenta con un proyecto de reforma sin que aún esté asegurada su continuidad.
También construido en 1903, encontramos el Teatro Onofri (hoy Teatre Condal), en honor a la compañía que lo inauguró, la troupe de mimos Onofri, una amplia familia oriunda de Marsella que causó furor en la Barcelona de hace un siglo y que son las primeras estrellas del espectáculo del Paral·lel.
En 1904 se levanta el Teatro Apolo que fue en sus orígenes era una especie de paraíso de la zarzuela. Desde los 50 fue regentado por Matías Colsada y, antes de las Olimpiadas, se ubicó en los bajos de un hotel y recientemente ha sido noticia por las graves dificultades por las que pasa.
En 1905 se une a la lista el Teatro Cómico que ocupaba el frente entre Tapiolas y Poeta Cabanyes. En el gran solar cabía un jardín (la alameda del Cómico) y un café Vivió su gran época con los musicales, Con Carmen de Lirio y Alady como grandes estrellas y después fue languideciendo para dar paso, en 1962, a un gran bloque de pisos.
NOMBRES DE LA VIA
Siempre fue Paral·lel aunque estuvo también dedicado a un militar y a un abogado. Víctor Balaguer, el escritor que da nombre a las calles del nuevo ensanche barcelonés, será el que cambia el nombre de Paral·lel por el de Marqués del Duero en honor a Manuel Gutiérrez de la Concha e Irigoyen, militar, nacido en el virreinato del Río de la Plata, hoy Argentina; como gran estratega, combatió con efectividad las insurrecciones carlistas. El marqués perdería su nombre con la República y se dedicó a Francesc Layret, el abogado que cayó asesinado en 1920. Y el marqués volvería con la caída de la ciudad en 1939 y permaneció hasta 1979 con la llegada de los Ayuntamientos democráticos.
EL PRINCIPIO DEL FIN
Y será justamente después de la guerra civil cuando el Paral·lel de la diversión empieza su decadencia, la sociedad ha ido cambiando y ha de recuperarse de años difíciles. Los solares del Paralelo serán motivo de especulación y el Paral·lel al fin se convierte mayormente en un espacio residencial. Ya no es igual que el Montmartre parisino, ni el West End londinense ni el Broadway neoyorquino pero los fantasmas del espectáculo se mantienen en la vía que aún ofrece diversión desde varios escenarios.
UN CUPLÉ DE ROSSEND LLURBA
Un buen testimonio de lo que fue la vieja vía es la letra que Rossend Llurba escribió sobre el Paral·lel con el título de Visca el Paral·lel
Jo no em moc del Paralelo,
nostre típic bulevard,
que resulta ser a tot hora
lo millor de la ciutat.
Per això és que m’entusiasmo
visitant cafès-concerts,
els teatres de sarsuela
i els alegres cabarets.
Moltes nits si algun fulano
em pretén a convidar,
li contesto: “Vaja, buenas,
millor sola vull anar”.
Massa cec al Paralelo
pel qui va de sapigut,
que quan menos un s’ho pensa,
qui gemega ja ha rebut.
Sempre he estat del Paralelo
per a riure i viure el pelo
el passeig més oportú.
Però s’ha d’aprendre
amb gran catxassa
que el que s’entusiasma massa
para lelo és ben segur.
Però no hi ha en tot Barcelona
un passeig més divertit,
que es disfruti a totes hores
tant de dia com de nit.
Al Royal, o bé al Pompeya,
Follies Nou o el Bataclan,
espectacles ben diversos
a tot hora vos daran.
I al Victoria, i a l’Apolo,
l’Español i altres indrets,
també poden divertir-se
sense gastar massa quartets.
És passeig de l’alegria
on tothom deu acudir,
qui al Paralelo no vagi
no es pot dir barceloní.
El Arxiu Fotogràfic de Barcelona presenta una exposición centrada en la gráfica anarquista del conflicto bélico.
Escondida en la ciudad encontramos los restos materiales de muros, calles, tumbas y acueductos de la hija de Roma.
Ahora que Barcelona sale a la calle para reivindicar sus derechos recordamos una gran victoria de la clase obrera.
Edu García nos ofrece un recorrido histórico a través de una de las arterias más emblemáticas de la ciudad.