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Hoy triunfa más la idea de transformación, donde nada es nuevo verdaderamente aunque pueda llegar a parecerlo.
Este título es claramente una trampa. Una trampa llamada marketing y que todo tipo de profesionales utiliza para captar nuestra atención y vender. El verdadero título de esta entrada debería ser: El marketing, la psicología positiva y una visión naïf de la vida. También podría ser el que dice mi amigo terapeuta Jaume Cardona: Milagros a Lourdes.
El engaño -a propósito- va en la línea de captar tu atención. Si quisiera engañar a las personas pondría anuncios que dijeran “Aprende en 5 sesiones a ser feliz“. La realidad es que no quiero engañar a nadie del mismo modo que no me gusta ser engañada. La realidad es que ser feliz es un camino personal de vida que implica constancia y honestidad, y se turna con inevitables periodos de infelicidad, dolor, tristeza. Implica reconocer nuestras vulnerabilidades, nuestras capacidades y también las limitaciones. Lo más probable además es que ser feliz para cada uno de nosotros adopte significados distintos.
La realidad es que si alguien quiere milagros tiene que ir a Lourdes o a otro lado santo. La realidad es que no hay fórmulas magistrales ni varitas mágicas ni los medicamentos lo resuelven todo. La realidad depende, en una parte, de uno mismo y sus circunstancias, que son una lotería. Luego hay un contexto que no podemos olvidar y que nos influye. Aprender a convivir con las circunstancias propias no es fácil. Porque hay cosas que están más allá de nosotros, que no podemos cambiar. Si a uno le toca una enfermedad de por vida, pues le toca aprender a convivir con esa enfermedad. A veces será muy difícil, a veces será más fácil de llevar. Preguntémosle al físico Stephen Hawking como ha sido para él vivir con ELA. No lo escogió, le tocó.
La psicología positiva es una corriente de pensamiento que nos vende que en nosotros radican todas las soluciones, que si queremos y nos esforzamos podemos conseguir cualquiera de nuestros propósitos, que siempre tenemos que estar con una actitud positiva… Pues depende, hay circunstancias tan dolorosas que la positividad está fuera de lugar. Si se muere mi hijo, la realidad es que yo no estaré positiva. Y el proceso de duelo no lo pasaré en veinticuatro horas.
La psicología positiva y el marketing nos venden soluciones en forma de fórmulas mágicas. Nos dicen lo que queremos escuchar: que en poco tiempo uno puede cambiar su vida o una situación determinada. No sabría decir qué viene primero, si el huevo o la gallina, la cuestión es que la psicología positiva y el marketing reflejan una sociedad que pretende evitar a toda costa el dolor. Una sociedad que busca anestesiarse y obviar los terrenos pantanosos, una sociedad con una visión naïf y poco madura de la vida y sus misterios. Como creer en Papá Noel.
Agradecimientos: A NomNam por el naming de la sección
Imagen de Pixabay.
Hoy triunfa más la idea de transformación, donde nada es nuevo verdaderamente aunque pueda llegar a parecerlo.
No existe un mundo perfecto único, varios modelos conviven y se yuxtaponen. En la mezcla de ideas está el valor.
Esta colección se dedica a esas ansias de vivir la vida al máximo para acabar en el hoyo. Una galería fotográfica de Bernat Rueda.