Decálogo de Frank Underwood para sobrevivir en política
El despiadado congresista estadounidense Francis Joseph Underwood tiene diez valiosos consejos para los candidatos a la alcaldía de Barcelona.
Jaume Collboni, el candidato socialista a la alcaldía de Barcelona, es, quizás, un desconocido para parte del electorado. Tras más de treinta años de ayuntamientos socialistas, representa un soplo de aire fresco. Habla con cierta despreocupación de su propia candidatura, pero le preocupan muchas cosas: la precariedad, el turismo y la brecha social son algunos de los temas de esta entrevista, realizada en el Hotel Omm.
Juan Soto Ivars: Su campaña tira del humor, con un vídeo donde usted va por la calle y nadie le conoce. ¿Quiere librarse de las ataduras del pasado, de todas las alcaldías socialistas de Barcelona?
Jaume Collboni: Llegué a la conclusión de que la forma de hacer política de mi partido no me gustaba cuando estaba en el parlament. Me defraudó. Me fui a Estados Unidos a seguir las primarias de Nueva York, y allí hice una reflexión para reengancharme con la política que a mí me gusta.
¿No le daría consejos por casualidad un tal Frank Underwood?
No, no (se ríe) pero hablé con otros. Allí redescubrí la política. Un tipo reúne a sus amigos en su casa, puede que haya algún amigo con dinero, y dice que va a presentarse a las primarias. Y a partir de ahí se genera una candidatura. Así que me digo: si sigo en política, tiene que ser así. Y hago una cosa que en este país no hace nadie: dejo el escaño voluntariamente para presentarme a las primarias. Aquello fue noticia, y eso demuestra que algo va mal en nuestra democracia. Dejé el cargo para no cobrar un sueldo por un trabajo que no iba a poder realizar si me centraba en mi candidatura. De hecho, ahora soy candidato pero estoy fuera de la política. No tengo ningún cargo. Y eso me da una libertad fenomenal.
Tampoco será una libertad total.
Lo que sí me condiciona es que represento a un partido político que ha sido fundamental para la transformación de Barcelona. Haremos cosas diferentes, pero no me olvido de que en mi posición han estado buenos alcaldes socialistas como Hereu, Clos o Maragall.
Ahora su partido está preocupado por el fin del bipartidismo, pero en Cataluña nunca lo hubo. ¿Viene usted curtido para la batalla?
En Barcelona existe la cultura de coalición. Todos estos años hemos gobernado en coalición, y eso nos facilita mucho las cosas ahora. En el futuro, toda España va a tener que acostumbrarse a las coaliciones. Ahora nos parece imposible, pero nos vamos a acostumbrar. Eso es un cambio cualitativo que tiene ventajas e inconvenientes, pero creo que más ventajas.
Bosch, de ERC, pensaba que la ciudad necesita ser una capital de país. ¿Qué le parece a usted?
Eso es muy antiguo. Si coges el mapa del mundo ves que los motores económicos, sociales y culturales del planeta los tienen las grandes ciudades y sus áreas de influencia. Una va de Lyon hasta el Levante español, y ahí está Barcelona. Una de las grandes decisiones que tenemos que tomar es si queremos liderar y aprovecharnos del liderazgo. Eso supera las fronteras, los estados nación y toda retórica nacionalista, que está superada por la historia, afortunadamente.
Después de los virajes que ha tenido el PSC respecto a la independencia y la negociación con los independentistas, ¿en qué punto está su candidatura?
Yo no soy independentista. Los nacionalistas quieren resolver algunos problemas que existen y otros que se han creado con una receta muy vieja. Los países europeos han tenido un proceso de federación del poder al nivel europeo, y esto ha traído el periodo de prosperidad más largo de la historia. Yo soy partidario de un nuevo acuerdo con el resto de España. Hay que llegar a un nuevo acuerdo reformando la Constitución. La consulta debe pasar por ahí. Pero antes hay que votar la guía de este diálogo, y creo que es lo que pasará. Y sé que es lo que piensan en realidad muchos que ahora defienden la independencia y antes no la querían. El PSC ha tenido un debate que ha tenido la sociedad catalana y que están teniendo muchos partidos políticos.
En cuanto al tema identitario, me ha llamado mucho la atención que la web de su candidatura esté solamente en catalán. ¿Por qué?
No responde a ninguna estrategia. Barcelona es una ciudad donde la gran mayoría entiende perfectamente el catalán. Es la lengua que preferentemente usamos en el PSC, aunque somos bilingües. Es curioso, ahora que comentáis eso, que algunas instituciones independentistas ahora hayan rescatado el bilingüismo, del que abominaban, tras el surgimiento de algunas asociaciones independentistas en castellano. Pero vaya, tampoco le damos especial importancia. Lo bueno es que no se le dé importancia. Cuando se le da importancia surgen los problemas.
Javier Pereda: De todas maneras es curioso que esté sólo en catalán cuando usted defiende le bilingüismo.
Sí, pero como el público al que te diriges entiende perfectamente las dos lenguas… De verdad, no creo que sea un tema importante. Tenemos que relajar esto de las lenguas, hay ahí detrás una batalla absurda.
¿Qué es lo que durante esta alcaldía de Trías ha funcionado mejor en Barcelona?
Ha sabido hacer que la máquina continúe funcionando. Los servicios básicos de la ciudad funcionan con calidad, y eso la gente lo ha apreciado.
¿Cuáles son los servicios básicos a los que se refiere?
Me refiero al transporte público, los servicios de limpieza, la máquina administrativa. Porque es una máquina potente y eficaz, muy bien dotada económicamente. Nosotros dejamos la caja llena. Es la única administración del país que ha tenido superávits, que no ha tenido que subir impuestos porque estaba muy saneada. Y yo creo que la Barcelona de los servicios ha funcionado correctamente.
¿Y cuál es su crítica?
Pues precisamente que, por esa buena dotación económica, por esa capacidad de la ciudad, se podían haber hecho muchas más cosas. Ahí le ha faltado ambición.
Dentro de los servicios básicos, ¿qué lugar ocupan los servicios sociales?
Yo creo que Trías, como otros conservadores, confunde la garantía de los derechos sociales con la caridad. Se critica la política social por ineficaz, en casi 4 años la desigualdad ha aumentado un 12% aunque se ha aumentado el gasto social. El éxito del gasto social es que te tengas que gastar menos en política social y más en políticas que prevengan la desigualdad. Por ejemplo: los servicios predistributivos, como la escolarización de cero a tres años. El riesgo de fractura social es el problema número uno. Dos Barcelonas, una que tira y otra que no se aprovecha ni puede participar. Y hay un fenómeno nuevo que no se ha acometido todavía desde las políticas sociales, que es: ¿qué se hace con la clase media precarizada? Hay que replantear los servicios públicos para ayudar a los trabajadores precarizados
En su biografía veo que vivió en el Borne y se fue a Poble Nou, como muchos amigos míos. ¿Huyó de la gentrificación y las riadas de turistas?
Algo de eso hay. Cuando hablo de los problemas con el turismo en Ciutat Vella es porque yo los he vivido. Mi primer piso de joven emancipado estaba en la Pz. Sant Miquel, y sé que es muy difícil vivir allí. No es una cosa de hace cuatro años, pero cuando Hereu se va de la alcaldía deja un plan estratégico para reformular el modelo turístico que se deja después a un lado. La política con el turismo ha sido no hacer política. Dejar que fluya. En parte se puede entender, porque en una situación de crisis económica, ¿qué gobernante se atreve a pinchar lo que más dinero da? El problema es que si nadie pone coto, será una burbuja como la de los pisos.
En Semana Santa hubo muchas inspecciones especiales persiguiendo pisos turísticos ilegales. ¿Realmente es controlable a tiempo continuo?
Hay una parte que no se puede controlar. Pero como mínimo tiene que haber la voluntad política de combatir esos casos, y no la ha habido. Se ha convivido con ello. En parte tiene justificación, mientras hay crisis, que la gente intente sacar rendimiento a su propia casa con el turismo. Pero hay que tomar decisiones para evitar que eso se extienda sin control por la ciudad. ¿Cómo es hace eso? Primero, primando la concentración de pisos turísticos en edificios especializados. Segundo, especializando los apartamentos para estancias que sean como mínimo de una semana, que no se puedan usar como si fueran hoteles.
El hecho de que el apartamento turístico sea la vivienda habitual de un barcelonés, ¿no garantiza una selección de los turistas y que sean civilizados?
Ese es el modelo de Berlín o de Londres que aquí, incomprensiblemente, no está aprobado. Una de las sorpresas que me llevé cuando salió el conflicto de los pisos turísticos es que gente que yo conozco me decía: “oye, si vais a cambiar la legislación, haced algo también con el alquiler de habitaciones, porque yo pago mi hipoteca gracias a que alquilo una habitación a los turistas de vez en cuando, y quiero pagar impuestos”. Para mí es la gran fórmula, porque el propietario está ahí y garantiza un civismo de sus invitados. Pero no está regulado. En Cataluña el tema de los apartamentos turísticos es surrealista. Es necesario que desde el Parlament de Cataluña se reconozcan estas nuevas realidades y se regule. Los pisos turísticos individuales, fuera de los edificios especializados, deberían tener autorización de la comunidad de vecinos.
¿Y usted con quién estaría más cómodo en el piso compartido del ayuntamiento?
¿Para vivir o para gobernar?
Ya me entiende. Yo creo que la que friega cuando le toca es Ada, al resto me los imagino escaqueándose como hacía yo.
Bueno, bueno, a saber. Yo a las elecciones me presento para ganar. No te planteas con quién vas a pactar después de las elecciones. Que yo pueda llegar a pactos y acuerdos puntuales ya lo hago en la oposición. Si gano, si obtengo más votos que los demás, haré pactos de programa, no de siglas. Si no gano, no tengo en la cabeza un pacto estable con nadie. Tampoco decir que no a todo.
¿Por eso apoyó usted el presupuesto de 2015 de Trías?
Sí, porque hago una oposición responsable. No he querido que queden doscientos millones de euros en el cajón cuando el ayuntamiento tiene superávit.
Ya que hace una oposición responsable, si durante la legislatura de Trías ha aumentado la desigualdad, ¿qué parte de la responsabilidad tiene?
En el presupuesto de 2015 casi todo lo que yo he acordado forma parte de medidas para combatir la desigualdad. Para empezar, rebajar el precio del transporte público, pese a los gritos por teléfono del ayuntamiento y de la empresa municipal de transportes.
Una bajada de 50 céntimos.
Pero si no lo hubiéramos hecho, habría subido otros 50 céntimos. También hemos desbloqueado la construcción de cuatro escolas bressol, hemos aumentado el apoyo a las familias con pobreza energética, hemos implantado por primera vez en la ciudad una renta mínima garantizada de 100 euros al mes para los niños de familias desfavorecidas que no tienen ni para comer. Hemos desbloqueado la remodelación de Pere IV para fomentar el empleo de calidad en la zona. Eso es lo que entiendo por oposición constructiva: es coherente con tu programa aunque hayas pactado con una fuerza conservadora.
Es usted el primer candidato que insiste en que las cuentas están saneadas. Cuando tocamos el tema de los servicios sociales, la repuesta es que están desbordados por falta de fondos.
Pero yo no digo que se haya invertido suficiente, digo que se ha invertido mal. Repito que no hay que medir el éxito de la política social en cuánto te gastas, sino en qué lo gastas.
En los barrios donde sucede lo que unos candidatos llaman tragedia y otros llaman problema…
Muchos de los habitantes de Barcelona no pueden afrontar gastos extraordinarios, que no es sólo comprarse un mueble, es cambiarle las gafas al niño cuando se le rompen. Y eso no está contemplado en ninguna política social. Va a ser una propuesta mía de campaña. Trías dice que ha aumentado el gasto en política social. Es cierto. Pero hay que reducir la desigualdad poniendo el dinero en la prevención. Ahí hace falta intervención pública urgente.
Otra intervención pública afecta a los locales comerciales. La expansión de grandes cadenas y la desaparición del comercio tradicional, ¿es un proceso irreversible?
Siendo realista, una ciudad del mundo tiene un proceso de globalización en sus comercios. Eso es normal. Lo que no es normal es que dilapidemos el patrimonio histórico que supone cierto tipo de comercio que deberíamos tratar como si fueran monumentos. Eso singulariza la ciudad, y en París se está protegiendo. Si el mercado no lo protege, lo tiene que hacer el ayuntamiento.
Hablando de acometer proyectos desde el ayuntamiento, ¿qué le parece el Mercat del Borne?
Pues que si somos independientes será muy simbólico, pero como no lo seamos, y no creo que lo vayamos a ser… Será un despilfarro ridículo. Centrar las políticas culturales en el 1714 y en toda esta historia tiene más de propaganda que de interés histórico.
¿Y las Ramblas?
Son la asignatura pendiente.
¿Pendiente o perdida?
Me niego. Las Ramblas son la cabeza de puente para que la ciudad reconquiste Ciutat Vella. Yo soy del Guinardó y mi padre coleccionaba sellos. Bajábamos por la Rambla a la Plaza Real, tomábamos los calamares a la romana y tomábamos la gaseosa. Yo sé que a eso no podemos volver, yo no sueño con revivir mi nostalgia de tío canoso en la ciudad de hoy, pero tampoco tenemos que renunciar a recuperar esa calle. Nos han expulsado del centro de la ciudad, pero es reversible. Hemos llegado al acuerdo de un plan de usos que se pondrá en funcionamiento en la próxima legislatura.
Pero el cambio anterior de plan de usos fue malo, ¿no?
Sí, un horror, lo digo aunque lo hicieron los míos. Un error y un horror. Así que hemos propuesto un nuevo plan de usos que dice: no más hoteles, reordenar las terrazas, liberar espacio y retiramos todos los chiringuitos estos tan cutres. Yo estoy orgulloso de la transformación socialista de Barcelona, pero lo de las Ramblas se hizo mal. Hay que rectificar. No tengo palabras para describir lo que suponen ese tipo de chiringuitos en un paseo histórico de Barcelona.
Javier: ¿Y qué opina de la Marina Port Vell y el Moll del Relotje?
Ahí se ha hecho un acuerdo con Juárez, el presidente de la cofradía de pescadores, que es un tipo genial. Él dice: oye, una de las pocas actividades primarias de la ciudad es la pesca, y hay que preservarla porque viven de ella muchas familias de la Barceloneta. ¿Es compatible con un turismo diferente? Sí, si se hace bien. Lo que me parece fatal es que en los morros de la Barceloneta se instale un puerto de lujo. Es un despropósito estético y sobre todo demuestra nula sensibilidad social.
¿En Barcelona hay inseguridad?
Hay, sobre todo, incivismo, y sobre todo de los turistas. Hay menos inseguridad en el centro de la que había antes, pero más en los barrios periféricos. Los taxis, a partir de según qué hora, no van a ciertos sitios. Aparte de las estadísticas, hay que mirar dos cosas: si los taxis van de noche y si el Mercadona hace reparto. Y hay zonas donde ni una cosa ni la otra.
¿Y hay represión policial? ¿Qué visión tiene usted del 4F y la situación en las comisarías de Barcelona?
Hay que ser implacable con esos casos y garantizar los derechos humanos dentro de las comisarías. Se han dado casos de exceso policial, pero tampoco hay que maldecir a la Guardia Urbana o a los Mossos de Esquadra. Es injusto y poco inteligente estigmatizar a los cuerpos policiales de la ciudad.
¿Se ha sido implacable?
Yo creo que ha la justicia ha actuado.
¿Y en el caso del 4F?
La justicia ha dado una sentencia clarísima que establece quiénes son los responsables. Hacer un documental de denuncia está muy bien, y nosotros hicimos que cayera en manos de la justicia, pero la justicia se ha pronunciado. Esto no es política, es justicia.
Bien, hablemos de política. Le voy a hacer una pregunta que creo que no me va a contestar. Cuando habla Pedro Sánchez, ¿sube el pan en el PSOE?
Bueno, ahora están subiendo las encuestas.
Pero antes decía usted lo de los taxis y el Mercadona, no hay que tomar en serio las encuestas, ¿no? Se lo pregunto de otra forma. Después de los resultados de Susana Díaz, ¿habrá cambios en el PSOE?
Yo creo que va a haber cambios en todos los partidos.
¿Cómo afecta a su candidatura lo que diga Pedro Sánchez en una entrevista?
Todo afecta.
Pero ¿afecta para bien o para mal?
Nosotros hemos hecho cambios, hemos entendido los mensajes que nos ha enviado el electorado. Hemos elegido a nuestro líder por sufragio universal directo de los afiliados. Yo creo que Pedro Sánchez tiene recorrido. Os voy a decir una cosa: yo no le voté en las primarias. Yo voté a otro candidato. Pero, dicho esto, cuando un candidato como Pedro Sánchez gana unas primarias, tiene que tener tiempo para desarrollar su propuesta. No es una cosa fácil ni sencilla. Tiene todas las aptitudes para ser un buen presidente. Estamos mucho mejor de lo que estábamos.
Y la última, igual para todos: ¿con qué lugar del Paseo de Gracia se queda usted? (Pausa, resoplidos.) Tengo que empezar a meter acotaciones de los gestos de los candidatos ante esta pregunta.
Es que me habéis matado. A ver: yo uso el Paseo de Gracia como paseo, especialmente de noche, cuando se vacía, fuera del horario comercial. Al caer la tarde, cuando van cerrando los comercios, todavía se puede disfrutar de esta maravilla que tenemos en Barcelona.
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