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Hoy triunfa más la idea de transformación, donde nada es nuevo verdaderamente aunque pueda llegar a parecerlo.
Este viernes Hiroshima se viste de gala para dar el pistoletazo de salida a su sexta temporada, que contará con hasta quince piezas de danza contemporánea y nuevas escenas cuidadosamente seleccionadas. La mitad del cartel son propuestas internacionales, de las cuales hay cuatro estrenos mundiales y siete españoles. La sala del Poblesec quiere adoptar un nuevo modelo para hacer que la comunicación entre público y artista sea más estrecha que nunca con una programación que invita a descubrir los universos artísticos únicos que sorprenden, estimulan y saben mostrar la cara más contemporánea de la creación escénica. La promesa es clara: lo que veas hoy aquí, lo verás en unos meses en el circuito internacional europeo.
Así que si la programación muestra un compromiso inquebrantable por lo emergente, también lo hace por propuestas que comparten la idea de repensar el cuerpo y la forma en la que lo representamos en escena y proponen una nueva corporalidad, no tanto a partir del movimiento intuitivo del intérprete, sino de los universos estéticos que inspiran al coreógrafo. Estos son algunos de los artistas y compañías que se podrán ver en el ciclo Ginevra Panzetti y Enrico Ticconi (Italia), Marcela Levi (Brasil) y Lucía Russo (Argentina), La Licuadora / Rodrigo Chaverini (Chile), Aina Alegre (Cataluña), Karin Elmore (Perú), Macarena Recuerda Shepherd (País Vasco), Flora Détraz (Portugal), Pol Pi (Brasil), Louis Vanhaverbeke (Bélgica), Guilherme Miotto / Corpo Maquina (Holanda), David Espinosa (Cataluña), Georgia Vardarou (Grecia), Eisa Jocson (Filipinas), Miquel Barcelona (Cataluña), Pau Masaló (Cataluña) y Carmen Muñoz (Andalucía).
Además de un cartel sin parangón, el hub de la danza independiente en Barcelona también ha anunciado una serie de actividades culturales que favorecen la lectura de los espectáculos y de la danza contemporánea y las nuevas escenas en general. Por ejemplo, este año se introducen los meet the artist, siguiendo con su voluntad de acercar la figura del artista al público con charlas relajadas después de la función acompañadas de una cerveza. El programa Set Up, por su parte, posibilita visitas de los estudiantes del Institut del Teatre en el momento de montaje de las piezas. Y siguiendo el éxito de la pasada edición, la escuela del espectador Mirar y ver danza vuelve con tres sesiones dedicadas a tres aspectos de la creación escénica donde la sala invita a un profesional de reconocida trayectoria para cada sesión. Finalmente, Hiroshima contará talleres donde los artistas programados compartirán sus herramientas y metodologías de trabajo.
En Hiroshima pasarán cosas tan maravillosas como Harleking, el show inaugural a cargo de dos jóvenes coreógrafos italianos, Ginevra Panzetti y Enrico Ticconi, una obra coreográfica y gestual precisa, impecable, que se inspira en estéticas teatrales como la Commedia dell’Arte o las técnicas de máscara. De Italia pasamos a Latinoamérica. Y es que la sala volverá a poner el foco en la escena emergente iberoamericana con el ciclo, que presenta los trabajos de seis artistas procedentes de Brasil, Argentina, Chile, Perú, Portugal, Cataluña y País Vasco. Para este año, la sala también colabora con Festival Salmón y Festival Hop para presentar a dos coreógrafas, Georgia Vardarou, de Grecia, y la filipina Elisa Jocson, y contará con un creador local, Pau Masaló, como invitado de lujo.
Hoy triunfa más la idea de transformación, donde nada es nuevo verdaderamente aunque pueda llegar a parecerlo.
No existe un mundo perfecto único, varios modelos conviven y se yuxtaponen. En la mezcla de ideas está el valor.
Esta colección se dedica a esas ansias de vivir la vida al máximo para acabar en el hoyo. Una galería fotográfica de Bernat Rueda.