Barcelona recibirá alrededor de 8 millones de visitas este año. La cuarta ciudad más visitada de Europa después del clásico Top 3 (Londres, París, Roma). Los turistas saturarán nuestras calles, colapsarán Instagram con el hashtag #Barcelona y me impedirán disfrutar del steak tartar de La Pepita. En áreas como las Ramblas, 8 de cada 10 viandantes serán extranjeros. Pero hay otros datos: el turismo emplea a 120.000 vecinos, representa el 15% de nuestro PIB y deja cada día unos 25 millones de euros en las cajas de “la millor botiga del món”. Los visitantes que llenan nuestros hoteles, albergues y pisos turísticos ilegales vienen de Gran Bretaña, de Francia y de Alemania, principalmente. También de los Países Nórdicos, de Italia y de Rusia. Cada vez más vienen de China, de Corea del Sur y de Japón. Traen en su maleta la ilusión de recorrer las rutas modernistas, de comprarse una camiseta de Messi y también un sombrero mexicano. Quieren vivir nuestra ciudad pero también traen las costumbres de su tierra natal. Las nuestras, por contra, les resultan extrañas, a veces incómodas. ¿Acaso no os resulta difícil asumir que fuera de aquí se sirve pan que no viene con tomate de serie? Lo que debemos hacer es ser comprensivos, ser flexibles como juncos para adaptaros a sus peculiaridades y no duros como Óscar Broc. Al fin y al cabo, son el motor de nuestra economía. A continuación compartimos algunos consejos para evitar el choque de culturas, acercar posturas y poner un poco de vaselina para que os entren mejor esos 8 millones de turistas.
Japón
Los japoneses suelen ser los turistas mejor valorados: son educados, ordenados y silenciosos. No les gustan algunas de nuestras costumbres, como la impuntualidad. Un dato importante: si un japonés sonríe, podría significar que se siente enfadado, decepcionado o avergonzado. Vigilad sus sonrisas porque pueden no significar “Amics per sempre”.
Emiratos Árabes
Valoran la cordialidad y no toleran recibir órdenes. Agradecen especialmente que nos adaptemos a su cultura, lo que implica entre otras cosas no insistirles en que prueben la butifarra, esa deliciosa carne infiel.
Francia
A los franceses les gusta la cocina francesa, el vino francés, la música francesa y el cine francés que trata sobre temas tan franceses como el libertinaje, la decadencia ideológica y la rivalidad entre el norte y el sur. No sabemos muy bien por qué han decidido cruzar la frontera, pero intentad ser un poco franceses y les encantaréis.
Rusia
Son ruidosos, desordenados y dejan malas propinas. No parecen muy diferentes de los españoles cuando salen fuera, así que el entendimiento debería ser posible.
Grecia
No les habléis de la Troika, de rescates y ni del baile de Zorba el no-tan-griego. Podéis hablarles de referéndums, que a priori parece un buen tema de conversación entre griegos y catalanes.
Alemania
No les gusta nada de lo anterior.
Estados Unidos
Todavía están intentando entender cómo es posible que en Europa, después de 3000 años de historia, no hablemos el mismo idioma. Intenta explicarles que solo en Catalunya hay dos oficiales. You gotta be kiddin’, man!
Canadá
Son educados, respetuosos y se preocupan por la cultura local. Estos detalles te ayudarán a distinguirlos de los estadounidenses, con quienes odian ser confundidos. Reconócelo, a ti tampoco te gustaría, ¿verdad?
México
No les hables de violencia, pobreza, narcotráfico e inseguridad ciudadana. Lo que pasa en México se queda en México.
Gran Bretaña
Algunos son tan educados que pasan desapercibidos. El problema son los otros. Los de la Barceloneta, la cerveza-bier, los masajes. Los que orinan en tu portal y entran desnudos en el súper de tu barrio. Lo que más les gusta es que te vayas de la ciudad, que te rindas, que abandones. Si además puedes alquilarles tu casa por poco dinero (y de manera totalmente ilegal), miel sobre hojuelas.
Como veis, no es difícil hacer felices a los visitantes. Todo se resume en renunciar a tu calidad de vida para mejorar la suya. De esta forma su experiencia será perfecta, se lo contarán a sus amigos y quizá el año que viene no sean ocho sino nueve o diez millones de turistas. Money makes the world go round!