Forastero, la experiencia es un grado

En unos tiempos en los que nos obsesionamos por catalogar todo, empezando por la música, el sonido de Forastero, sexto madrileño con experimentados músicos entre sus filas (habituales del underground madrileño, en general), se recibe como un soplo de aire fresco. En él confluyen influencias diversas que van de la electrónica al post-rock, del afrobeat, del funk al jazz… Prueba de ello es que en su álbum de debut, “El Submarinista En El Tejado”, que sale a la venta el 18 de noviembre, caben canciones tan aparentemente distintas como una versión de “The Box” del legendario dúo electrónico Orbital o “Por La Calle De La Amargura”, con unos aires spaghetti western. Piensa en Stereolab, Tortoise o The Cinematic Orchestra o Jaga Jazzist y tendrás unas coordenadas aproximadas para ubicar su estilo.

Es esta filosofía del choque que nutre a Forastero, de juntar conceptos opuestos y hacer que convivan en armonía. O como lo pone su contrabajo, Javier Díez Ena, que nos responde  a unas cuantas preguntas, “nuestra experiencia permite evitar los clichés y los lugares comunes, permite ir a la médula y facturar una música más primigenia, con menos artificios”. El combo madrileño -en el que también está Javier Gallego “Crudo” y estuvo Abraham Boba, ahora en León Benavente- estrenará sus nuevas canciones esta noche en A Wamba Buluba Club en Marula Café y ya nos avisan que prometen “sorpresa, sudor, ritmo, neuronas trabajando, neuronas bailando…”

¿Por qué Forastero como nombre artístico?

Como todos sabemos en muchos pueblos se sigue llamando forastero al que llega de fuera y el susodicho suele desprender para el paisano cierto halo de incógnita o de misterio. Nos gusta todo lo que implica ese venir de fuera, contemplar algo con ojos y bagaje de otro lugar, traer la mochila llena de cosas nuevas,  sentirse ajeno y desubicado en el mejor sentido.

¿Cómo dirías que vuestros diferentes perfiles han confluido en Forastero?

Nuestros perfiles coinciden en muchas cosas y divergen en otras tantas. Podría resultar conflictivo pero realmente resulta enriquecedor. La confluencia funciona porque suma y completa. Por gustos como oyentes y experiencia como músicos si nos sumamos a todos acabamos cubriendo un espectro amplísimo: desde la clásica a la electrónica, pasando por el rock y el jazz de todas las épocas y escuelas, las bandas sonoras, la música tropical, el hardcore, el punk-rock, el garaje, el hip-hop y la vanguardia en todos los ámbitos.

En nota de prensa se sugiere que estáis de vuelta de etiquetas. ¿Cómo describirías vuestro sonido sin utilizarlas?

Sin recurrir a las etiquetas, que a veces es verdad que resumen bien pero otras despistan al oyente, podríamos definir nuestra música como libre, instrumental, cruda y directa. Tan sofisticada como asilvestrada. En esa conciliación de extremos se basa nuestro sonido.

¿Cuál dirías que es vuestro secreto para tocar palos tan distintos y que no suene incoherente o inconexo?

El secreto son los años escuchando y tocando música. Aparte de eso, el secreto es mucho trabajo, tanto en el local de ensayo como en la propia grabación del disco, en la cual aprendimos a prescindir de lo superfluo

La formación ha sufrido algunos cambios en los últimos años. Por ejemplo, ya no está Abraham Boba. ¿Creés que con el lanzamiento del álbum de debut va a pasar a ser fija o siempre está abierta a cambios?

Abraham estuvo durante varios años con nosotros pero las razones por las que no pudo seguir son fáciles de imaginar, Leon Benavente ha sido un auténtico bombazo de esos que no suceden precisamente todas las temporadas y lógicamente requería dedicación exclusiva. Creemos que esta es la formación fija, llevamos ya muchos conciertos funcionando a pleno rendimiento, pero sí es cierto que la consolidación de esta formación ha sido la grabación del disco, que además ha sido larga y en diversos estudios.

Me llama la atención la versión de “The Box”. La gente siempre se suele quedar con el álbum marrón o verde de Orbital y se olvidan de cosas gigantescas como el disco “In Sides”. ¿Qué encontráis en ese tema que os llame la atención tanto como para versionarlo?

Puede que sea una cuestión de nicho de edad, desde luego a algunos miembros de Forastero el disco que nos marcó es “In Sides” y en concreto el tema “The Box” que además venía acompañado de un video monumental, era sobrecogedor.

¿Qué otras influencias podemos encontrar en vuestro sonido?

Como hablábamos antes es el bagaje es amplio, toneladas de estilos y gente de todas las épocas, pero por centrarnos un poco podríamos citar nombres de la escena inglesa de ahora como Get The Blessing, Melt Yourself Down o The Comet is Coming,  pero también grandes figuras de la electrónica de los 90 como Autechre o Aphex Twin o pesos pesados de la vanguardia neoyorquina como John Zorn o Marc Ribot, sin salir de esa ciudad tenemos los grandes momentos que vivió la no wave con James Chance y Glenn Branca al frente, también nos inspiran las bandas sonoras oscuras de David Shire o Don Ellis y la crudeza de los italianos Zu. Para cerrar un poco la ecuación imaginemos a Cinematic Orchestra tocando con la energía de los Stooges,  o imaginemos a unos Morphine poseídos por el groove porque tienen a The Roots como banda de refuerzo, ¿Red Snapper ejerciendo de Bad Seeds para un Nick Cave travestido de Sun Ra? Bueno todo esto son palabras muy grandes, solo elucubraciones,  pero por ahí puede ir la cosa. Voy a citar una definición real que me susurró al oído un grande como Kid Congo Powers cuando le teloneamos hace un par de años, “me encanta vuestro estilo, ese jazz garage que ya no se ha vuelto a hacer desde los 60”. Nunca  supimos con exactitud a qué diablos se refería,  pero ahí queda eso.

¿Qué os inspira a la hora de crear (sea o no música)?

Una buena inspiración es la sensación misma de libertad que desprende el proceso de crear, el ser capaces de hacer lo que uno quiera, sin ataduras. Lograr en una canción, un poema, un programa de radio o un libro lo que es a veces tan complicado conseguir en la vida real. La inspiración casi siempre es el proceso mismo, y a veces también el resultado, ya que uno se sorprende de lo que ha hecho sin comprender como se ha llegado allí.

¿Qué pueden esperar de vuestro concierto los que os vengan a ver el jueves a Marula Café?

Creemos que a base de tocar en directo hemos refinado (o embrutecido, según se vea) una fórmula en la que cabe todo pero nada es lo que parece. A pesar de que lo nuestro es música 100 % instrumental el show es muy directo y puede ser disfrutado a varios niveles, desde la víscera del ritmo a un análisis más cerebral pasando por el disfrute de esa emoción pura y dura que golpea en el corazón.