David Bowie is
La espectacular muestra, concebida por el Victorian and Albert Museum de Londres (V&A) y una de las más exitosas de su historia, llega al Disseny Hub Barcelona
Bowie era de todo menos una persona convencional, por eso la exposición David Bowie Is tampoco lo es. La espectacular muestra, concebida por el Victorian and Albert Museum de Londres (V&A) y una de las más exitosas de su historia, llega al Disseny Hub Barcelona.
Más de 300 objetos, desde letras de canciones manuscritas, pasando por trajes originales acompañados de videos de las performances en los que los usó y de portadas de sus discos, hasta objetos tan cotidianos como las llaves de su apartamento en Berlín. Sus objetos personales ayudan a explicar quién fue el artista David Bowie, pero en sus referentes es donde se encuentra la explicación del icono de la cultura pop.
Bowie representa pasado, presente y futuro. Buscaba sus referencias en la literatura, el arte, el teatro del siglo XX; reflexionaba sobre todo ello en sus melodías y letras; y con su música inspiró y seguirá inspirando a generaciones. Todos los artistas toman prestadas ideas de su entorno pero pocos extienden tanto la red o crean algo tan novedoso con lo que encuentran. En la obra de David Bowie se hayan influencias de arte, libros, películas, espectáculos vanguardistas, conversaciones y de toda clase de música. Su habilidad para filtrar ideas es lo que lo convierte en uno de los mejores catalizadores de creatividad de nuestro tiempo.
La música del legendario artista rock atrajo a millones de fans y sus discos llegaron a más de 136 millones de hogares. El hecho de que fuera un personaje archiconocido fue todo un desafío para los organizadores de la exposición. “Es un reto presentar, al mismo tiempo, algo interesante para la gente que no conoce demasiado bien a Bowie y gente que lo sabe todo sobre él”, explica la comisara del V&A, Victoria Broackes. La exposición no es una biografía de su vida; la muestra pone el foco en la faceta visionaria de Bowie, en su constante cuestionamiento del statu quo. “Con la exposición queríamos responder a la pregunta de cómo consiguió inspirar a generaciones”, concluye Broackes.
David Bowie fue un líder de la cultura contemporánea, pero también muchas otras cosas y, los mensajes que emitía a través de sus letras, música, declaraciones o vestuario, tenían infinidad de significados. De ahí la dificultad de resumir en el título de la exposición con una de sus facetas. Por ello, se decidió una frase abierta, y que fuera a su vez una declaración: David Bowie is. Que cada uno complete la frase a su gusto.
Durante la exposición, el visitante irá acompañado de una audioguía automática. A medida que vaya moviéndose por el espacio, las grabaciones irán cambiando: delante de la gabardina con la Union Jack estampada de un recién licenciado Alexander McQueen que vistió el cantautor en la gira del lanzamiento de “Earthling”, se sonará por el auricular “I’m Afraid for Americans” ; o enfrente del Verbasizer, programa informático diseñado a medida para mezclar frases aleatoriamente, oirás a Bowie explicando cómo la utilizaba.
La retrospectiva dedicada al Rey del Glam intenta “recrear la sensación que se vivía en un concierto de Bowie”, comenta el segundo comisario del museo londinense, Geoffrey Marsh. Pero no solo eso, también busca despertar y alentar la creatividad de los asistentes desvelando los procesos creativos de Bowie.
En el marco de la exposición de Barcelona, varios lugares de la ciudad acogerán un gran número de actividades relacionadas con el icono británico: desde la Bowie Opening Party (el 25 de mayo en la Sala Razzmatazz), hasta el extraordinario concierto sinfónico de la OBC del 13 de julio en L’Auditori, con 65 músicos sobre el escenario, así como una serie de películas que mostrarán todas las facetas del legendario artista.
También tendrán lugar las Bowie Talks, un ciclo de charlas centradas en Bowie que contarán con la participación de destacadas personalidades relacionadas con el artista, entre ellas el diseñador Kansai Yamamoto o el documentalista Francis Whatley.