Decálogo de Frank Underwood para sobrevivir en política
El despiadado congresista estadounidense Francis Joseph Underwood tiene diez valiosos consejos para los candidatos a la alcaldía de Barcelona.
Nos reunimos con Carina Mejías, candidata a la alcaldía de Barcelona por Ciudadanos, en el Hotel Omm. Durante la entrevista saldrá a relucir su visión en temas tan importantes como el turismo, el independentismo y la idea de un país plural. También conoceremos su opinión sobre asuntos concretos de Barcelona: desde el uso propagandístico del Centro Cultural del Borne al caso 4F y la represión policial.
P: La gente tiene la sensación de que Ciudadanos es sólo Albert Rivera. ¿Quién es Carina Mejías?
R: Soy barcelonesa, del barrio de San Andrés. Me licencié en derecho, he trabajado 12 años de procurador en los Tribunales de Barcelona. Durante un periodo de tiempo me dediqué a la política con un partido político (se refiere al PP), donde coincidí con Albert Rivera. Dejé la política por razones obvias en 2009 y me uní a Ciudadanos. Salí elegida como número tres en las primarias y actualmente encabezo la lista para la alcaldía de Barcelona.
P: ¿Fue cuando imputaron a Jordi Cañas y abandonó su puesto?
R: Sí. Una de las grandes señas de identidad de Ciudadanos es la lucha contra la corrupción política. Cuando ocurrió eso con uno de los miembros de Ciudadanos, nos propusimos dar ejemplo y abandonó su cargo público.
P: ¿Qué parte de su labor jurídica tiene que ver con la persecución de Ciudadanos a la corrupción?
R: Yo he participado en varias ocasiones en la comisión de investigación del Parlament con el caso Convergencia y sus comisiones ilegales. Intantamos descubrir las responsabilidades políticas. Hace dos semanas remitimos una nota de prensa porque descubrimos que Artur Mas, entonces Conseller en Cap, asistió a la inauguración del puerto fluvial del Rosario, cuyo principal inversor fue Jordi Pujol Ferrusola. Mas había dicho que no sabía a qué se dedicaban los hijos de Jordi Pujol. Creemos que miente.
P: ¿La vida en Barcelona está politizada?
R: Barcelona ha sido siempre una ciudad muy plural, abierta y diversa, pero si la dejamos en manos de los nacionalistas acabará convertida en una ciudad muy politizada. Desde que gobiernan los nacionalistas, han convertido Barcelona en el escenario y el decorado de varios acontecimientos independentistas que nada tienen que ver con la realidad plural de la sociedad barcelonesa.
P: ¿Eso no es politizar también, para el otro lado?
R: Nosotros defendemos que el espacio público tiene que ser absolutamente neutral, en el que todo el mundo se sienta cómodo y libre. No hubiéramos tolerado que un edificio emblemático como la Pedrera exhibiera durante meses una pancarta haciendo propaganda de un acto ilegal. Tampoco nos parece bien que se salten las ordenanzas de civismo llenándolo todo de lazos amarillos de plástico asociados a una manifestación que pretende dividir a los catalanes. Queremos que Barcelona siga siendo lo que es: una gran capital europea y española.
P: ¿Es posible que un mensaje como este cale mejor en Madrid que en Barcelona?
R: Los ciudadanos son tan inteligentes en Barcelona como en Madrid. Un discurso tolerante, integrador y abierto tiene que calar igual. Este es un proyecto que ha nacido en Cataluña y que ha coseguido que el resto de España se identifique.
P: Yo soy murciano, llevo en Cataluña unos años y llegué con una idea antiindependista muy arraigada porque tenía el relato que se da fuera de Cataluña, al que contribuye la derecha española y el propio independentismo. El relato de la tensión extrema. Pero mi vida en Cataluña me ha demostrado que la confrontación no es para tanto. Hay problemas, pero no lo que pintan ciertos medios, que hacen pensar en una tensión insoportable. ¿Cree que hay exageración en el relato de Cataluña que se da en el resto de España?
R: Es un discurso muy alimentado desde el gobierno y los medios de comunicación afines al gobierno.
P: ¿El gobierno de España o el de la Generalitat?
R: El de la Generalitat. Se alimenta desde el gabinete de prensa de la Generalitat en un interés por construir un discurso absolutamente parcial y alejado de la realidad cotidiana. Tú vives en Barcelona, que es una ciudad plural. Pero en zonas del interior la situación es mucho más complicada porque la presión política es más dura.
P: ¿Un independentista es recuperable para la causa española?
R: La gente tiene que acostumbrarse a convivir. El proyecto independentista es insolidario y populista. Está basado en la desinformación y la propaganda. A la gente se le ha vendido la idea de que la independencia convertirá Cataluña en la arcadia feliz, y eso es falso. Pero lo más detestable es que alienta desavenencias y confrontación con el resto de España. El 90% de los catalanes tiene vinculación con el resto de España, y el resto de España está perplejo de que el gobierno de Cataluña y el independentismo hayan convertido a los españoles en los enemigos. Según las encuestas, los españoles y los catalanes tienen los mismos problemas. Economía, corrupción…
P: Pero hay un problema distinto. Para muchos españoles, uno de los problemas es Cataluña, y para muchos catalanes uno de los problemas es España. ¿Ciudadanos tiene un discurso diferente al del Partido Popular?
R: Nuestro objetivo es ganar, conseguir el gobierno de Cataluña para superar este debate de enfrentamiento y poner al servicio de los catalanes un proyecto de colaboración, tender puentes con el gobierno de España. Podemos negociar ciertos aspectos en los que Cataluña ha tenido cierto déficit, pero eso no justifica el independentismo. Yo no creo que los sentimientos españoles y catalanes sean contradictorios.
Pregunta Javier: Pero el antiespañolismo es un asunto sentimental muy complejo en Cataluña. A mí me parece muy difícil transformar esos sentimientos colectivos. Ahora hay una radicalidad que no había hace cinco años.
R: Eso ha estado alentado desde la educación y el adoctrinamiento de los medios de comunicación. Hay que poner los medios de comunicación al servicio de la verdad y no del adoctrinamiento. La eduación tiene que mirar al futuro, los niños de siete años saben manejar una tableta, tienen toda la información al alcance de la mano pero tienen que aprender a clasificarla, a hacer un buen uso de la misma. El proyecto independentista está construido en interés de unos cuantos y han apretado el acelerador con la única finalidad de sustraerse a la acción de la justicia, porque los gobiernos de Convergencia han sido corruptos.
P: Si usted hubiera sido alcaldesa durante este último año, ¿cómo hubiera sido el Tricentenario?
R: No hubiera celebrado el Tricentenario porque no me parece un acontecimiento histórico de relevancia. El centro cultural del Born tenía en origen un destino de biblioteca provincial y lo han convertido en un tenderete de propaganda con la excusa del Tricentenario. Era un proyecto pagado con dinero de España, ejecutado por la Generalitat y administrado por el Ayuntamiento. Con ese centro cultural, que solamente sirve al interés independentista, hemos perdido un equipamiento cultural que podíamos haber disfrutado todos independientemente de nuestra tendencia ideológica. La presentación que se ha hecho del Tricentenario es una manipulación. Los acontecimientos históricos no son como ellos dicen. Eso fue una guerra de sucesión entre dos dinastías españolas que produjo una batalla en Barcelona como en tantos otros sitios, y por lo tanto es falsa y deleznable la lectura de españoles contra catalanes que ha dado la Generalitat.
P: ¿Qué fue de esa biblioteca proyectada?
R: Pues ya ves, nada. El dinero estaba en los Presupuestos Generales del Estado para construirla en el mercado del Borne, pero cuando excavaron para reformar el edificio encontraron restos arqueológicos. Se pasa años parada, y al final los barceloneses perdemos la biblioteca para tener un centro cultural repleto de mentiras.
P: Volviendo a los sentimientos. Creo que muchos catalanes sienten que Rajoy ha dado por perdida Cataluña, y perciben, no sin justicia, que el PP gobierna de espaldas a ellos. Me refiero a catalanes que dicen: Rajoy también debería ser mi presidente. ¿Qué propuesta tienen ustedes para mitigar este sentimiento?
R: El Gobierno ha mantenido una posición de inmovilismo, olvidándose de que hay muchos catalanes que nos sentimos españoles y esperábamos que el gobierno defendiera nuestros intereses como ciudadanos españoles.
P: Pero para los catalanes que no se sienten españoles ¿cuál sería el mensaje?
R: El gobierno de España tiene que saber que aquí somos españoles y tiene que gobernar para todos, y para las cosas realmente imporantes: salir del paro, luchar contra la precariedad laboral, mejorar el nivel educativo, conseguir que la sanidad llegue a todos… Cosas que han quedado al margen con la intoxicación del discurso independentista.
P: ¿Cómo ve usted la sanidad en Cataluña y qué propone?
R: La sanidad es uno de los servicios públicos más afectados por los recortes. Es necesario mejorar la situación de los centros sanitarios. Se han cerrado centros de atención primaria en barrios donde la gente tiene una edad más alta. La Generalitat tiene que priorizar los servicios públicos de más interés: la sanidad, la eduación y los servicios de dependencia. No podemos permitirnos precariedad en estos ámbitos.
P: Usted y Albert Rivera han pasado por el PP. Parte del electorado piensa que, en temas como la sanidad pública, ustedes harían lo mismo. ¿Cómo combaten esta sospecha? ¿Harían las cosas igual?
R: Pues no. En el Parlamento Europeo nos hemos posicionado en la tendencia demócrata liberal. Somos respetuosos con la Constitución. Somos liberales en lo económico pero defendemos unos servicios públicos de calidad, como la educación, la sanidad y la dependencia. No queremos que estos servicios se vendan por partes. Esos tres ámbitos son una prioridad para Ciudadanos.
P: ¿Y esos tres ámbitos los tiene que cubrir el Estado, o pueden gestionarse de forma privada?
R: Por supuesto, la sanidad pública, la eduación pública y la atención a la dependencia son servicios públicos del Estado. Otra cosa es que existan iniciativas sociales que cubran ámbitos donde el Estado no llega. Que exista sanidad o educación privadas o concertadas es algo que nos parece bien. Pero los tres ámbitos deben estar garantizados con carácter universal para todas las personas que quieran acceder a ellos.
P: Pasemos a la ciudad de Barcelona y sus conflictos. ¿Qué visión tiene usted el 4F y la brutalidad policial en este momento?
R: La verdad del 4F ha quedado bastante clara a través de la resolución que han dictado los magistrados del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. Revisadas las causas, han determinado que allí se cumplieron todos los principios de defensa y no se cometió ningún tipo de error. Yo, sinceramente, me quedo con lo que dicen los magistrados. Desde Ciudadanos no vamos a hacer una descalificación general a la Guardia Urbana, que es un cuerpo de profesionales que garantizan la seguridad y la libertad en la ciudad, ni vamos a hacer una crítica general a los Mossos de Escuadra. Sabemos que los cuerpos de seguridad tienen una percepción social en ocasiones difícil, pero están al servicio de los ciudadanos.
P: ¿Cree que hay casos concretos de abusos o torturas en las comisarías de Barcelona?
R: Lo desconozco. Yo digo a los ciudadanos que se puedan ver en una de esas situaciones que lo denuncien. En los cuerpos policiales, como en otras organizaciones, puede haber personas puntuales que en algún momento cometan abusos. Ante la comisión de algún abuso, hay que denunciarlo e investigarlo. Pero eso no implica una decalificación general del cuerpo, ni atribuir al cuerpo prácticas al margen de la ley. A mí en esa tesitura no me van a encontrar. Me quedo con la resolución dictada por los magistrados en la que dicen que allí se cumplieron todas garantías procesales.
P: Desahucios. ¿Cuál es su diagnóstico de la situación actual en Barcelona y qué cambios propone?
R: En Barcelona tenemos el barrio donde se producen más desahucios de toda España, que es el de Ciutat Meridiana. Muchos ciudadanos se han visto desahuciados por cajas de ahorros rescatadas con dinero público. Me parece mal que esas cajas rescatadas y convertidas en bancos usen ese dinero para echar a los ciudadanos que no pueden pagar. Ciudadanos lucha por la dación en pago y por establecer una ley de Segunda Oportunidad. Hay que permitir que la gente pueda rehacer su vida. Una mala época económica no puede condenar una vida, es intolerable. Es una gran deuda que tenemos con los ciudadanos.
P: Una de sus apuestas para Barcelona es un modelo productivo basado en la tecnología y la investigación. Cuéntenos.
R: La captación de talento es una de las prioridades de la candidatura. Las autoridades han estado durmiendo y parecen haber despertado en el último año electoral. Consideramos que las reformas que están proponiendo son electoralistas y de última hora. Queremos limar las diferencias que se han producido entre barrios y recuperar a muchas personas que han quedado en situaciones de dificultad. Hay que diversificar la actividad económica.
P: ¿Tiene la impresión de que el actual ayuntamiento ha favorecido que en el centro sólo proliferen comercios de las grandes cadenas multinacionales, relegando el comercio barcelonés a la periferia?
R: Eso ha sido consecuencia del gran coste de las licencias y de la dificultad burocrática para obtenerlas. Pagar el alquiler de un local en el centro es tan costoso que ha impedido que el comercio tradicional acceda. Nosotros creemos que hay que simplificar y abaratar la obtención de las licencias, para que la gente con ideas de negocio originales que singularicen el comercio barcelonés puedan instalarse en el centro. La declaración responsable y la autorización previa debería servir para abrir un pequeño negocio. Si no, nos vamos a convertir en la típica ciudad turística como cualquier otra.
P: Unos estudios recientes sobre el impacto del turismo en Barcelona demuestran que el aumento del 150% en la afluencia de visitantes no ha tenido repercusión en la contratación de personas. ¿Comparten este diagnóstico?
R: Barcelona ha dedicado muchos años a que los operadores turísticos trabajen con seguridad y facilidad, poniendo los servicios públicos al interés de esos operadores. Nos hemos olvidado de las personas. Ha llegado el momento de trabajar para mejorar las condiciones de vida de los barceloneses, porque el turismo impacta de forma negativa. Hay que conciliar los intereses entre quienes, con legítimo derecho, pretenden que el turismo sea una actividad económica que se desarrolle con normalidad, y los que quieren vivir en su barrio sin que eso signifique una perturbación.
P: ¿Y respecto a las condiciones laborales del sector servicios?
P: Eso tiene más que ver con el ámbito nacional, Ciudadanos ha propuesto medidas dedicadas a combatir la precariedad laboral. La flexibilización de las relaciones laborales que proponemos en el ámbito nacional será muy beneficiosa para los trabajadores del sector servicios en Barcelona.
Fotografías: BERNAT RUEDA
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