Utopías disponibles
Hoy triunfa más la idea de transformación, donde nada es nuevo verdaderamente aunque pueda llegar a parecerlo.
El éxito de la música urbana en esta ciudad (y, por extensión, en España) se debe, entre otras muchas cosas, a que promotoras como los organizadores del Festival Cara B hayan apostado desde sus orígenes por algunos de los artistas más destacados del movimiento. Ahora ya consolidado ofreciendo una jornada dedicada al trap y confluencias y otra a la música indie, el festival anuncia una nueva edición para celebrar la cultura musical independiente y urbana. Viene con el aval del éxito de sus anteriores ediciones, que agotaron entradas. Será el fin de semana del 14 y 15 de febrero en la Fàbrica Fabra i Coats.
En la primera mitad de la ecuación, la escena urbana, aparece como gran nombre el grupo de rap Locoplaya. El trío viene a demostrar el gran estado de salud que goza el movimiento en Canarias y aglutina a tres de sus grandes talentos por separado, Bejo, un cada vez más radiofónico Don Patricio y Uge. Su estética es única y muy propia de la sabrosura canaria: frescos, divertidos, irreverentes. Con temas como Vamoave o CanaryAss van a poner Fabra i Coats patas arriba.
Entre la vieja escuela del rap patrio y las nuevas corrientes de la música urbana articuladas en torno al trap se sitúa Erik Urano, uno de los raperos más geniales de nuestros tiempos. Especialmente influenciado por el grime británico, el MC pone la banda sonora a su Valladolor distópico con rimas que juntan referencias a la alta cultura y la popular: de Carl Sagan a Matrix. Ojo también a Aleesha, descrita como la Rihanna española, una joven artista ibicenca que bebe del r&b, el pop y el sonido Atlanta.
Durante la jornada del 14 de febrero también actuará el colectivo Fanso, beatmakers veteranos de nuestra escena. Lasser y Cráneo practican un sonido lo-fi y ácido que transita por vías paralelas a las de la actual escena urbana. Deva es otro de nuestros grandes valores y en Cara B presentará su primer disco, entre el r&b futurista, el dancehall y el funk orgánico, mientras que Luna Ki es todo un revulsivo para la escena con un estilo entre el trap y el k-pop.
Como cabezas de cartel de la jornada del sábado estarán Los Punsetes, que vuelven cuatro años después al festival para presentar su sexto disco, Aniquilación, con el punch de siempre, buenas dosis de ruido y los vestidos irreverentes de Ariadna Paniagua, una vocalista única en nuestra escena. Los argentinos El Mató a un Policía Motorizado traerán su pulsión punk-rockera, unos referentes como Pony Bravo sacudirán conciencias con su particular batidora de sonidos kraut, dub, new wave y exótica.
Cariño devolverán los recuerdos del tonti-pop de los 90, con versión de C. Tangana e himnos a la bisexualidad incluidos, mientras que Derby Motoreta’s Burrito Kachimba presentarán su particular universo a caballo entre la estética kinki y la psicodelia, es decir, como si King Gizzard and The Lizard Wizars se fusionasen con Triana.
Hoy triunfa más la idea de transformación, donde nada es nuevo verdaderamente aunque pueda llegar a parecerlo.
No existe un mundo perfecto único, varios modelos conviven y se yuxtaponen. En la mezcla de ideas está el valor.
Esta colección se dedica a esas ansias de vivir la vida al máximo para acabar en el hoyo. Una galería fotográfica de Bernat Rueda.