Celebramos la visita de Faemino y Cansado a Barcelona con sus mejores sketches

Semanas con riadas de humor las que nos esperan desde junio y hasta octubre en Barcelona de la mano de la Ruta Cómica que presenta Grup Balaña. Tres teatros, una docena de espectáculos y más de 20 titanes del humor entre los que figuran Goyo Jiménez, Toni Moog, Leo Harlem, Faemino y Cansado, Joaquín Reyes y Ernesto Sevilla. Fueron precisamente estos dos últimos los protagonistas de un chanante espectáculo bautizado “Viejóvenes” que culminó el pasado 4 de junio con un show final en el Teatre Tívoli tras más de un centenar de funciones que aglutinaron más de 120.000 espectadores.

La cita más inminente de todas las que nos aguardan es el arrasa taquillas “¡Quien tuvo retuvo!” de esos gigantes que son Faemino y Cansado. Desde el martes 13 de junio al 18 de junio, el Teatro Borràs acogerá un total de 6 pases cuyas entradas ya están prácticamente agotadas. Según se describe en nota de prensa es un espectáculo que tira de la nostalgia y el irreverente derroche de humor de sus protagonistas como elemento capital para garantizar risas constantes durante 100 minutos.

Para calentar y celebrar la figura de Faemino y Cansado proponemos una serie de sketches históricos que van de “Psicosis” a Jesús Hermida, de un farmacéutico a un budista.

Faemino y Cansado en el Museo del Prado

Un sketch de esos que sirve para demostrar que cualquier tiempo pasado fue mejor: para empezar, porque la corrección política (o del tipo que sea), aún no había llegado hasta el tabaco. Los humoristas fuman en escena y se cagan en el médico que les recomienda dejar de fumar. Lo que les sirve para lanzar una loa encendida al legendario presentador Ramón Sánchez-Ocaña y de ahí a recordar su delirante visita al Museo del Prado, repasar la historia del arte y la de cuadros significativos como el Guernica. Con toda la erudición callejera que les caracteriza, claro.

El budista

Un Carlos Faemino, copa en mano, absolutamente on fire recuerda una escena cotidiana el día que le picó a la puerta un budista. El humorista no se le ocurre otra cosa que llamarle payaso al pobre señor y reproduce una conversación hilarante que tiene como pico de genialidad el siguiente intercambio: “-Voy a aceptar que me llame payaso. / -Claro, no te queda otra. / – ¿Que si quería hacerse usted budista? / – ¿Y qué recibo yo a cambio de esto, payaso?”. Tres minutos para el recuerdo.

Faemino y Cansado en la piscina municipal con Hermida

O el del clásico y demandado chiste del águila. La recolección de cómo un procurador llega a la piscina municipal, donde practica todas las posiciones habidas y por haber hasta que decide subirse al trampolín. Pone los brazos en cruz y pregunta para chulear a un tipo que tiene más abajo que a qué animal se parece. La resolución del chiste, que no vamos a destripar aqui por si acaso, ya es historia. La segunda parte, protagonizada por un ayudante de Jesús Hermida, no le anda a la zaga.

El farmacéutico

Faemino es el farmacéutico de corta vista y conocimientos médicos aún más limitados. Cansado el cliente de paciencia infinita. Promociones de llevarse 2 y pagar 3, tabaco light, medicinas descartadas, máster en empaquetación, medicamentos untados en pan y demás delirios de la fábrica Faemino y Cansado se dan cita en un sketch impagable.

BSO Psicosis

Un compositor, que resulta ser el mismísimo padre de John Williams, visita el despacho de un productor, con retrato de Marlon Brando incluido y una grandísima humedad relativa, para presentarle la banda sonora que ha compuesto para “la película del señor Hitchcock”. Un señor que describen como muy bien alimentado y de enormes carrillos. ¿Para qué peli? Una de un chalao que hace chaladuras y que en el final resulta que la madre es el asesino. La de “Psicosis”, vaya. Total, que el productor saca una carta del director que rechaza la partitura con la que se muestra en desacuerdo. Al fin y al cabo, él se cargaría la escena de la ducha y metería más chicas en cueros.