Visión anarquista de la Guerra Civil
El Arxiu Fotogràfic de Barcelona presenta una exposición centrada en la gráfica anarquista del conflicto bélico.
Las escuelas de Goday
Entre las escuelas barcelonesas tengo especial predilección por un pequeño grupo de siete edificios diseñados por Josep Goday.
Entre las escuelas barcelonesas tengo especial predilección por un pequeño grupo de siete edificios diseñados por Josep Goday. Fueron una iniciativa del Ayuntamiento que, ante las carencias escolares que vivía la ciudad, puso en marcha un ambicioso plan de construcción y dotación de edificios escolares para mejorar el nivel educativo. Fue posible a partir de 1916, con la Comissió de Cultura, y con el Patronat Escolar de Barcelona desde 1922.
UN PROYECTO DE GENTE BUENA CON LAS MEJORES INTENCIONES
Lluís Nicolau d’Olwer dirigía la Comissió de Cultura. El alma del proyecto fue Manuel Ainaud, un tipo extraordinario, pintor y presidente del Ateneu Enciclopèdic Popular, fue elegido director general de la asesoría técnica de la Comisión de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona y después creó el Patronat Escolar de Barcelona desde donde modernizó el sistema escolar de la ciudad. Ainaud contó con la inspiración y el apoyo de otra buena gente. Profesores como Maria Montessori, Ovide Decroly, Francisco Giner de los Ríos o Francesc Ferrer i Guàrdia, cuyos trabajos apuntaban la dirección a seguir. El equipo de pedagogos estaba formado por Alexandre Galí, Artur Martorell, Antoni Gelabert, Pere Vergés, Rosa Sensat, Maria Baldó de Torres que dotaron de material humano y trabajo de planificación para hacer posible el funcionamiento diario de los centros. Intelectuales como Joan Maragall, Josep Pijoan, Eugeni d’Ors, Jaume Bofill i Mates (Guerau de Liost) o Torres García se adhirieron a la iniciativa y crearían sus trabajos en este espíritu de renovación escolar. Políticos como Enric Prat de la Riba desde la Mancomunitat había impulsado la creación del Institut d’Estudis Catalans en 1907. Por lo que se refiere a los filántropos que aportaron el dinero necesario para la construcción de los nuevos edificios encontramos a Angel Baixeras, Pere Vila y Josep Collaso i Gil, en honor a su generosidad una escuela lleva el nombre cada uno de ellos.
EL ARQUITECTO GODAY
El arquitecto jefe del proyecto fue Josep Goday. Había nacido en Mataró en 1881 y era el hermano mayor. Su padre había estado en América con su hermano y tenía una posición holgada, su madre procedía de una familia del campo y había estudiado magisterio, abrió en Mataró un parvulario con su hermana. Se decidió a estudiar arquitectura y, mientras, se puso a trabajar en el despacho de Puig i Cadafalch, también de Mataró. Con 20 años colabora con él en la obra Cataluña Romànica, para ello se desplazó, a lomos de una mula, por el Pirineo junto con el arquitecto y Antoni Falguera, tomando las correctas medidas y realizando croquis de los principales edificios. Como su maestro se decantó por el estilo noucentista.
Trabajó intensamente, aparte de las siete escuelas construyó la Casa de Correus de Via Laietana (1914-1927), junto con Jaume Torres, el Pavelló de la Ciutat de la Exposición Internacional de 1929 (convertido en oficinas de la Guàrdia Urbana), restauró la casa de l’Ardiaca y amplió la casa de la Maternitat, donde construyó el pabellón Helios. Como arquitecto municiapl, en la parte alta de la Rambla construyó el Quiosco de Canaletas (desparecido en 1941), trabajó en la urbanización de las plazas Osca, Virreina y Tetuan y decoró la sombrerería Prats. Diseñó el mobiliario y la decoración de sus grupos escolares y diseñó cerámicas de calidad. Pero el estrés le paró el corazón en 1936, tenía 55 años.
LAS SIETE ESCUELAS
Las escuelas que dejó Goday en la ciudad son sencillas, concebidas como un gran y acogedor hogar. Eran un refugio de civismo y de cultura enclavados en territorio hostil. Un lugar que se consideraba ideal para un nuevo tipo de educación de los niños. Uno de los directores actuales ha apuntado que las escuelas le recordaban una ciudad en miniatura, con su patio, sus vías, su plaza.
La decoración exterior es simple pero efectiva con claras referencias al mundo clásico y al mediterranismo. Destaca por la composición simétrica de las fachadas conseguida a base de la alineación de las ventanas. Los espacios que dejan libres las aperturas se decoran a base de relieves escultóricos y delicados esgrafiados debidos al trabajo de Francesc Canyelles representando niños y elementos decorativos de tradición clásica como guirlandas de flores y jarrones.
En los interiores dominan los espacios amplios y limpios, luminosos, monumentales y a la vez funcionales y prácticos.
Son edificios que se sitúan en la corriente del noucentisme arquitectónico y son una de las mejores manifestaciones de este estilo que representa la superación formal y estética del modernismo aunque se sitúan también en un contexto de renovación cultural.
ESCOLA ÀNGEL BAIXERAS
La Escola Àngel Baixeras está situada en el número 11 de la Via Laietana, entonces aún en construcción. En 1892 el arquitecto Àngel Baixeras, autor de un proyecto de Reforma Interna de la Ciudad de Barcelona (1878), legó a la ciudad medio millón de pesetas para que se levantara una escuela.
El edificio se empezó en 1917, el solemne acto de colocación de la primera piedra fue el 10 de noviembre aunque los trabajos empezaron hasta el 19. Como el solar sobre el que debía levantarse era de dimensiones insuficientes para un gran grupo gran escolar, con dos partes, una para niños y otra para niñas, se hizo sencillo y sólo para niños. No tenía patio exterior y se usaron, al principio, unos solares que aún estaban libres y, finalmente, los grandes vestíbulos de cada planta y se habilitó el terrado como espacio de juegos.
En el proyecto se habla de duchas en los subterráneos, dos salas de párvulos, despacho, sala de profesores y sala médica en la planta baja y en los siguientes tres pisos, un gran hall en cada y tres clases, nueve en total. Se establecía un baño por cada 10 alumnos, como en las escuelas suizas.
En 1923 en su visita a la ciudad, Einstein estuvo en la Escola Baixeras.
En 1935 añadió un nuevo piso.
ESCOLA LA FARIGOLA
La segunda escuela está en Vallcarca en el carrer Sant Camil, 31, es la escola Farigola. Su nombre corresponde a un vieja riera que descendía por la zona. Se empezó el 17 de noviembre de 1918 en los terrenos donde había existido un hostal convertido en escuela y que había sido clausurada a causa de las malas condiciones sanitarias.
El solar tampoco era generoso así que se dedicó a párvulos y niñas.
Cuenta con sótanos donde se encuentran los aljibes y la calefacción, planta baja con dos aulas para párvulos, el despacho del conserje y la sala de profesores, un piso con dos aulas y dos salas especiales y desván donde está la casa del conserje y las duchas. Esta vez el patio está en el exterior, en el jardín, y está unido con una galería al edificio principal.
1922, INAUGURACIÓN DE LAS DOS ESCUELAS Y VISITA A LAS OBRAS DE OTRAS CUATRO
Las dos escuelas se inauguraron el mismo día, el 27 de marzo de 1922, con un emotivo acto tanto en la Escola Baixeras como en la Farigola y además se visitaron las obras de las cuatro escuelas que estaban en construcción. Tres se planificaron en 1919 y la cuarta en 1920. Son los edificios más representativos de los grupos escolares levantados por Goday.
ESCOLA RAMON LLULL
La Escola Ramon Llull se encuentra en la avinguda Diagonal, 269. En junio de 1918 el Ayuntamiento de Barcelona compró un solar, conocido popularmente como el Convent dels Gossos, donde se encontraba, medio construido, un edificio abandonado que estaba ocupado por mendigos y perros. En ese solar se planeó erigir una escuela. Las obras empezaron en 1921.
Es un gran edificio rectangular constituido por dos bloques simétricos, uno para niños y otro para niñas, con una entrada común. Cada bloque tiene semisótano, con comedor, duchas, calefacción y aulas auxiliares; planta baja, donde se instalan las salas de Dirección, de los profesores y tres aulas de párvulos, y tres pisos, el primero y el segundo con cinco aulas, biblioteca, centro médico y en el último las salas de dibujo, trabajos manuales, laboratorio y labores. El gran patio exterior cuenta con una sala de amplias dimensiones para usos diversos.
LA ESCOLA MILA I FONTANALS I LLUISA CURA
Situado en el corazón del Raval (carrer dels Ángels s/n), la Escola Milà i Fontanals i Lluïsa Cura se empezó a construir en 1921.
Tiene forma de U, con fachada a tres calles, la entrada se sitúa en medio. Destaca la puerta principal, pasada la cual se entra a un amplio vestíbulo del que parten sendas escaleras a los dos edificios que conforman el grupo escolar, el de los niños a un lado y el de las niñas al otro. Había espacios comunes: el teatro, la sala de actos y el gimnasio.
El edificio consta de semisótano, planta baja, tres pisos y buhardillas. La planta baja es de piedra de Montjuïc, el resto de pisos se decora con estucos y terracotas, situadas entre las aperturas de la fachada. De gran belleza es la decoración con esgrafiados del patio, situado en el centro del edificio.
LA ESCOLA PERE VILA
La Escola Pere Vila recuerda al hombre que hizo posible su construcción. Pere Vila había nacido en les Olugues (La Segarra) y de joven se trasladó a Barcelona, allí encontró trabajo de carbonero, puso ahorrar dinero y se compró un pasaje para Argentina. En el nuevo mundo se dedicó a la agricultura, sacándole buen rendimiento a las tierras. Además de los cereales, controló el negocio maderero y Pere Vila se hizo rico. El 26 de julio de 1916 muere en Rosario de Santa Fe (Argentina) y lega en testamento un millón de pesos a la ciudad de Barcelona. El Ayuntamiento recibió el legado y lo destinó a la construcción de la escuela que lleva el nombre del generoso y rico filántropo. El lugar elegido fue un solar en el Saló de Sant Joan (Lluís Companys, 18) ocupado por un almacén con material de construcción y que era del Ayuntamiento, así todo el legado se invirtió en la construcción del edificio.
Las obras empezaron en 1921.
Cuenta con dos cuerpos, uno para niños y otro para niñas, cada uno con 17 aulas, unidos a un cuerpo central con una gran sala de fiestas, conferencias y exposiciones y la biblioteca. Esta parte cuenta además con porches, cocina y cantina. En planta está constituido por semisótano, planta baja y tres pisos.
LA ESCOLA LLUÍS VIVES
La Escola Lluís Vives está en Sants, en la calle Canalejas, 107. Su construcción estuvo precedida por la reivindicación da por posible gracias a la demanda de los vecinos que se manifestaron en demanda de una escuela para el barrio. La primera piedra se colocó en marzo de 1920.
El grupo escolar, de planta rectangular, estaba distribuido en tres ámbitos: escuela para niños, a un lado, escuela para niñas, al otro, y zona servicios, en medio, con vestíbulos y salas libres.
En alzado, el edificio consta de semisótano, planta baja y tres plantas. Había un total de 16 aulas y el último piso acogía talleres y después un gimnasio.
El patio se sitúa en el exterior.
La decoración sigue el modelo del resto de las escuelas, la fachada presenta una organización simétrica a base de la alineación de las aperturas, y el uso de esgrafiados en los espacios libres.
LAS CUATRO ESCUELAS Y LA DICTADURA DE PRIMO DE RIVERA
Estas cuatro escuelas no se inauguraron hasta el 29 de marzo de 1931 con un acto en la Escola Milà i Fontanals i Lluïsa Cura. El motivo de la tardanza no fue otro que un pesado obstáculo se puso delante del proyecto de nuevos grupos escolares: el 13 de setiembre de 1923, con el apoyo de la monarquía, y hasta enero de 1930, se estableció la dictadura de Miguel Primo de Rivera que supuso la paralización total del proyecto del Ayuntamiento con la clausura del Patronat Escolar que solo puso proseguir su actuación con la caída del dictador.
LA ESCOLA COLLASO I GIL
La Escola Collaso i Gil fue el último de los grupos escolares que Josep Goday construye en Barcelona, es la segunda situada en el Raval, está en la calle Sant Pau, 101.
Lleva el nombre de la persona que la financió, Josep Collaso i Gil era hijo de un comerciante indiano que ejerció la carrera política. Fue varias veces alcalde de Barcelona y dejó al morir, en 1926, un millón de pesetas para levantar una escuela.
El edificio se comenzó a construir en 1932 y a su inauguración, en octubre de 1935, acudió el president Macià.
Destaca de este grupo escolar el aspecto externo, totalmente distinto al resto de los edificios. El arquitecto empieza a alejarse de los cánones del noucentisme y apuesta por el uso del ladrillo no solo como material de construcción sino como material decorativo
OTROS TRABAJOS ESCOLARES DE GODAY
Aparte de los grupos escolares, Josep Goday aprovechó para escuelas otros edificios de propiedad municipal como la Escola Dolors Monserdà en Sarrià, la Escola Les Corts a la plaça Comes, antigas escuelas que fueron remodeladas por el arquitecto, la Escola Baldiri Reixach en el Parc Güell, en lo que fue la residencia de la familia o la Escola Jacint Verdaguer en el carrer Lleida, en el Poble Sec, donde habían estado las oficinas de la exposición de 1929).
Goday también construyó otras escuelas en Catalunya, muy destacada la de Olot, y además colonias escolares en la costa para ser aprovechadas fuera de la temporada escolar.
Con su trabajo Josep Goday colaboró a que los niños barceloneses tuvieran una infancia feliz.
